Diario de un senador.
Mundo Diario. Martes, 7 de Marzo de 1978.
Más respeto a las naciones.
Llegado a Alicante, llegado a Alcoy, llegado a Murcia, todos los periodistas preguntan la misma cosa, ¿por qué se abstuvo de protestar en el Senado contra la injerencia de la OUA en las Islas Canarias?
Es curioso que el periodismo del principado no movió un dedo para preguntarme nada. Mi explicación pública le debió satisfacer. En cambio en esas tierras más al sur, sin explicaciones previas mías, la noticia les inquietó. Sólo faltaba que llegara a su conocimiento el telefonazo que me hizo desde Argel el mismísimo Cubillo.
Estamos todos tan programados para confundir nación con Estado que cualquier actitud que pone en duda esta ecuación artificial nos llena de incertidumbre. Nos han acostumbrado, además, a que el Estado haga y deshaga en los pueblos que engloba. Toleramos en silencio que ocupe otros territorios y que luego los considere provincias o estados sin consulta con garantías de libertad.
Y eso tan normal es intolerable en una democracia con rostro humano. No niego, en modo alguno, la posibilidad de estados con muchas naciones, como no niego naciones con muchos estados, ni tampoco supraestados y supranaciones o infraestados e infranaciones, como puedan ser regiones, comarcas, etc. Todo eso es posible. Pero hay condiciones. Las naciones son libres, independientes y soberanas, con derecho a la autodeterminación. Su unión, su pertenencia a un Estado debe ser un acto libre. Y el Estado debe ganarse las naciones y regiones con su buen trato, no por la fuerza.
Les dije a los periodistas que consideraba a Canarias como perteneciente al continente africano. Esa supranación gigantesca que es África que está dando a luz un organismo supraestatal, la Organización para la Unión Africana. Pero ello no impide ni a Canarias, ni a Madagascar, si lo quieren adherirse libremente al Estado español o a cualquier otro. Todo dependerá de las condiciones, del respeto a su realidad.
Cuando el Estado español respete las Canarias y cumpla con ellas yo retiraré mi abstención y aplaudiré con los demás senadores.
Lluís M. Xirinacs.