Diario de un senador.
Mundo Diario. Miércoles, 22 de Febrero de 1978.
Universidad de base.
Acabo de leer en MUNDO DIARIO que se intenta restablecer el Ateneu Enciclopèdic Popular fundado en 1902 con el objetivo de elevar el nivel de cultura del trabajador, después de la terrible represión de las agitaciones obreras, que produjo una cuarentena de muertos. Duró hasta 1939, aquel año en que acabaron tantas cosas.
Desfilaron por este Ateneu personalidades de un amplio abanico de tendencias. El Ateneu no era de ningún sindicato, ni de ningún partido. Era algo unitario, siempre en línea popular. «Era de todos, y así quiere continuar». Ya tiene comisión gestora.
Es una gran noticia. Pienso que nuestro Congrés de Cultura Catalana dejó en pos de sí unos secretariados populares extendidos por toda la geografía de Catalunya que se van transformando en Consells de Cultura popular.
Y creo que deberían saludar la reaparición de este Ateneu con alegría y que deberían ayudarlo con todas sus fuerzas. Quizá también fuera utilísimo abrir «ateneus enciclopèdics populars» fuera de Barcelona.
Por otra parte, desde hace unos seis años existe en Barcelona una institución de cultura popular, que trabaja sin ruido y con eficacia y que pudiera estar muy interesada en relacionarse con este intento de renovación. Me refiero a la Universitat del Carrer que se ha legalizado bajo el título de Institut de Cultura Popular. Cada mes, inexorablemente, ha celebrado una sesión de estudio sobre un tema escogido y debatido democráticamente. Algunos de estos debates rayaron a gran altura. Recuerdo especialmente el debate sobre el golpe de estado de Pinochet en Septiembre de 1973, en el que participaron portavoces de los diferentes partidos políticos de la clandestinidad.
Ahora, además, desarrolla talleres de trabajo sobre temas especializados, variadísimos. Salud pública, danza, política, Bíblia, yoga, esgrima, música, jardinería, familia, organización personal, fotografía, dinámica de grupos, la mujer, lengua catalana, etc.
Se ve, desde diferentes ángulos, que Catalunya quiere la universidad de base.
Lluís M. Xirinacs.