Diario de un senador.
Mundo Diario. Domingo, 19 de Febrero de 1978.
La Entesa a la Seu d’Urgell.
Un ser vivo no puede mantener su salud si no cumple dos condiciones complementarias: cohesión interna y comunicación con el exterior. Si sólo se cierra, se ahoga. Si sólo se abre, se disipa.
El Alt Pirineu catalán es un ser vivo que se está muriendo. Siempre me he sentido profundamente solidario de las amplias zonas deprimidas del Estado español. Pero muchos ignoran que en el Principado de Catalunya se nos están muriendo las comarcas interiores a costa del desmesurado crecimiento de las comarcas marítimas, y entre todas las zonas subdesarrolladas destaca la antigua región novena de la Generalitat que abarca las comarca regadas por el alto Noguera Ribagorzana, por el Alto Noguera Pallaresa, por el Alto Segre y por el Alto Garona. ¿La causa principal de este atraso? La incomunicación interior y exterior. Esos ríos altos comunican con sus cursos bajos a través de pasos difíciles y angostos y están perfectamente incomunicados entre sí. Hasta hace muy poco lo único que se comunicaba entre esos valles pirenaicos era la miseria y el abandono. Ahora, de una forma sorprendente ha nacido la comunicación de responsabilidad social y política. Se ha formado una asamblea abierta de las Tierras de l'Alt Pirineu y construye alternativas conjuntas. Quiere, incluso, una ley de la montaña que supere los valles angostos de los planteamientos sectorializados de sus problemas. Quiere amplias coaliciones para las elecciones municipales.
Pero lo más urgente son las carreteras fáciles y rápidas. Con ellas vendrá la inversión, los puestos de trabajo, la educación, la información, la coordinación. Carreteras hacia el sur y carreteras transversales. Carreteras bien hechas como hace 40 años no se construye ninguna en esta zona.
Se exige un previo plan de ordenación conjunta del territorio. Por el empuje que llevan estas tierras, creo que ellas mismas lo confeccionarán pero, en el primer renglón, comunicaciones fáciles y a continuación un dique a la especulación y a la invasión avasalladora exterior.
Quizá la visita de la Entesa haya servido para concentrar aún más los esfuerzos de esta región novena que pugna por salir de su subdesarrollo.
Lluís M. Xirinacs.