Diario de un senador.
Mundo Diario. Domingo, 12 de Febrero de 1978.
Autodeterminación prohibida para uso interno.
El Pleno del Senado del jueves pasado, el senador Alexandre Cirici i Pellicer hizo una viva interpelación al Gobierno por la prohibición, en Noviembre pasado, del Congrés Internacional de la Lliga pels Drets i l’Alliberament dels Pobles que se tenía que celebrar en Barcelona. Cirici leyó los cuatro puntos de los derechos de los pueblos y dijo que podían ser suscritos por todo el mundo. Preguntó el porqué de la prohibición y pidió al Gobierno que se decidiese sobre estos cuatro puntos.
El ministro del Interior, Martín Villa, en nombre del Gobierno habló de «esa llamada Liga para los derechos y liberación de los pueblos» con la misma manera de hablar del franquismo. Para él como la Liga no está oficializada por la ONU u otras grandes organizaciones internacionales, ya no existe. Justificó la prohibición porque, según informe del Ministerio de Asuntos Exteriores, las acciones que tuvieran lugar en el Congreso hubieran comprometido gravemente las relaciones exteriores de España.
Cirici observó que en un Congreso no se realiza ningún tipo de acción, sino que se discute. Y la discusión es un derecho fundamental.
Juan María Bandrés también intervino. Pertenece a la Liga. Dijo haber participado en sus Congresos de Bruselas y Florencia, en los tiempos en que se viajaba clandestinamente, sin pasaporte. Estaba muy agradecido a la hospitalidad de Bélgica e Italia y afirmó que tuvo el gran disgusto cuando la oferta de hospitalidad de Barcelona fue frustrada por el Estado español que dice querer ser democrático.
Explicó también que estuvo varias veces gestionando el permiso con Oreja Aguirre, ministro de Exteriores, y que por su parte no había ningún problema. Entonces Bandrés señaló como único responsable a Martín Villa.
Éste volvió a coger el micrófono y dijo: «Me sorprende gratamente que el señor Bandrés conozca las interioridades de los ministerios del Gobierno mejor que yo; pero yo al fin y al cabo soy un mandado y las decisiones se toman a un nivel superior». Cuando se pregunta a un policía el porqué de su actuación responde lo mismo.
Lo que más excitó a Martín Villa fue el tema de los derechos de los pueblos: «Pueblo es un concepto totalmente indefinido, ambiguo, falto de todo rigor científico». –Cirici no piensa así y pronto publicará en «El País» un artículo hablando de ello.– No tiene el Gobierno porqué definirse ante algo tan poco formal. Además las regiones de España son algo tan interno que debemos definir nosotros y nadie de fuera tiene porqué venir a exigir derechos de autodeterminación en nuestro territorio.»
Al fin saltó la liebre.
Lluís M. Xirinacs.