Diario de un senador.
Mundo Diario. Miércoles, 8 de Febrero de 1978.
Un preso no puede ser democrático.
Es interesante que la gente vaya perdiendo candor y vaya aprendiendo a no repetir las consignas que vienen desde arriba. La gente sólo oye hablar de terrorismo, de delincuencia y refuerza los candados de sus casas y atraviesan las calles con miedo, velocidad y mil precauciones en horas de oscuridad.
Pero, la gente no sabe que hay quien fomenta la delincuencia y el terrorismo y luego, con el susto de la gente, instaura métodos dictatoriales para proteger a la gente candorosa y atemorizada. La gente no sabe que en las cárceles como en todas partes ha empezado a florecer la democracia, tanto a nivel de funcionarios como de presos y que esta flor está siendo combatida por los de antes, con provocaciones continuas; que los de antes escogieron para las vacaciones presos con el peor historial para desprestigiar esta medida liberalizadora. La gente no sabe que el nuevo director de la cárcel de Barcelona vuelve a ser duro.
¿Sabe la gente que los presos más serenos y sensatos de la COPEL son sacados de las diferentes cárceles y llevados a la cárcel del Dueso? ¿Sabe la gente que así las cárceles quedan en manos de presos sin cultura, menos promocionados y más desesperados?
¿Sospecha el público que esos presos de la COPEL son despertados a las tres de la madrugada, son castigados físicamente y no se les permite coger ni ropa ni dinero y luego son embarcados de camino del Dueso? Y lo mismo ocurrió en Carabanchel.
¿Vamos a la democracia o no?
Lluís M. Xirinacs.