Diario de un senador.
Mundo Diario. Sábado, 28 Enero de 1978.
España.
En su momento avisé que la indecisión y la oscuridad políticas llevaban a guerras. Ahora se ha encendido la discusión alrededor del término «nacionalidades» en la Constitución. Por su parte Tarradellas y Suárez nos sirven un aperitivo de las tempestades que se avecinan. Otros hablan por lo bajo o callan y piensan lo mismo.
Sería necesario dejar claro que, por el momento, existen cuatro naciones definidas en el Estado: la castellana hasta ahora dominante, la gallega, la euskaldun y la catalana, hasta ahora dominadas. Habrá, pues, que desdoblar las instituciones de Estado castellanas de las españolas.
También sería necesario dejar clarificarse a otros núcleos nacionales que, debido a la opresión centralista, o no se pudieron desarrollar o están muy debilitados y necesitan un período de transición que les permita renacionalizarse. Tal es el caso de Canarias con su componente guanche y su condición insular. Andalucía, con su componente e influencias árabes. Y seguramente Asturias y Cantabria, viejos pueblos bien definidos geográficamente, y Aragón con su larga historia de autogobierno, señora de la depresión del Ebro.
En tercer lugar convendría aceptar que las naciones castellanas, catalana y euskalduna contienen regiones que, en las dos últimas, conllevan una antigua tradición de autogobierno –una nación con varios Estados–. Parece que los castellanos tienen claras las regiones de León, Castilla y la Mancha. Los catalanes las Islas, el País Valenciano y el Principado, acá de las fronteras. Y los vascos, Álava, Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra.
Igualmente como se va a hacer en Navarra, convendría preguntar a Murcia, Extremadura y la Rioja de qué nación se sienten.
Por último veo imprescindible que sea valientemente reconocido a las naciones el derecho de autodeterminación, que el Estado español sea el resultado de un pacto libre entre naciones. Soberanía e independencia no son sinónimos de separatismo. Significa capacidad de decisión libre. Nadie monta más que nadie. Tanto monta, monta tanto. Entre naciones del Estado y entre regiones de cada nación. Castilla no monta más que Galicia. El Principado no monta más que el País Valenciano.
Lluís M. Xirinacs.