Diario de un senador.
Mundo Diario. Sábado, 14 de Enero de 1978.
Los desventurados reciben la buena nueva.
El martes que viene hay pleno de la comisión de investigación de prisiones y pleno del Senado. Ayer cien presos de la Modelo de Barcelona empezaron huelga de hambre. No son los únicos presos con problemas. No hay día que no traiga su carga fatídica de intervenciones de antidisturbios, de venas abiertas, de colchones quemados. Todo el mundo lo puede leer en los periódicos. Incluso vuelve a haber presos políticos de partidos, del teatro, de la no violencia, de la violencia...
A pesar de lo que dice la televisión, muchos presos ya están hartos de visitantes. Quieren otra cosa. Allá por Noviembre presentamos un papelito en el Senado con veintiocho firmas de senadores. Por Diciembre se devolvió. Tenía un defecto de forma. Se subsanó. En Enero se ha devuelto por segunda vez. También tiene defecto de forma.
La comisión de prisiones pidió a la comisión de justicia que reclamara esta cosita. La comisión de justicia se declaró incompetente.
Entre tanto, en la cárcel ciertos funcionarios parece que boicotean los intentos de liberación, mientras otros desobedecen a aquellos. Se me ha dicho, no sé si será cierto, que en una cárcel salieron de vacaciones los presos con el historial más negro. Luego unos no vuelven y otro mata a su amante. Desprestigio para las vacaciones carcelarias.
También se dice que algunos funcionarios no liberales fomentan la anti-COPEL. A los presos peores se les deja circular libremente dentro de la prisión, armados con navajas. Es la misma COPEL la que pide cacheos y registros para que se descubra quién tiene hierros, y quién no los tiene.
A pesar de los detractores, la COPEL está cumpliendo una misión histórica. Pocos países del mundo podrán contar con un sindicato de presos como el nuestro. Está suprimiendo de las prisiones la endémica explotación sexual. Constituye comunas de cincuenta a cien presos, con la ropa y el alimento puesto en común, en un mundo en donde el individualismo siempre fue rey.
La COPEL se ha erigido en el adalid de la anticorrupción. Se comprenderá que la mayoría de los presos adore a la COPEL y la tenga como su único órgano representativo.
Juan Maria Bandrés me dice que el misticismo que ha creado la COPEL en sus presos le recuerda las experiencias de los primitivos cristianos o las de los utópicos pre-marxistas.
Sólo la cicatería de los grandes intereses retrasa esa cosa que todos esperamos y produce incendios y heridos en las prisiones; como sólo la cicatería de los grandes intereses retrasa las autonomías reales que todos esperamos y produce explosiones y muertos en las calles.
Lluís M. Xirinacs.