Diario de un senador.
Mundo Diario. Jueves, 12 de Enero de 1978.
Los parados andan.
El «muy delicado» proyecto para flexibilizar plantillas en las empresas está acabando de cocerse. Responde a los Pactos de la Moncloa. Por la izquierda, incluso UGT y Comisiones Obreras protestaban por la reducción de las plantillas en un cinco por ciento. «El pacto se hizo a escondidas de la clase trabajadora». Por la derecha, la mayor central de empresarios, la CEOE, quería el libre despido, al estilo de las doctrinas liberales de los viejos tiempos del diecinueve. El Gobierno va aprendiendo a mandar, pasando por entre medio de las dos hileras de espadas desenvainadas. Ha optado por combatir la inflación por encima de todo y a punto están de aparecer unas medidas que van a contribuir a aumentar las cifras de parados.
Las cifras oficiales entre Septiembre de 1976 y Septiembre de 1977 se elevan a seiscientos cuarenta mil desocupados, con una tasa de crecimiento del 37,4%. El número uno de la revista «Marcha de los parados» de quince de Noviembre de 1977 da otros datos. Para aquel entonces señalan un millón cien mil desocupados, que representaban el 8,4% del total de la población trabajadora. Y en el número dos se especifica que de ellos el 54% son menores de veinticuatro años; es decir que existen quinientos cincuenta mil desocupados jóvenes. Si son ciertas las conjeturas de que ya tenemos un millón trescientos mil parados, hemos llegado a un espeluznante diez por ciento de desocupados.
En noviembre, de todos ellos, sólo unos doscientos ochenta mil cobraron el seguro de desempleo, según la citada revista, que es de diez mil pesetas mensuales de promedio. Y las cosas se agravan en ciertas zonas. Andalucía figura con trescientos cincuenta y tres mil parados, o sea el 18,6% del total de trabajadores andaluces. Prácticamente, de cada diez trabajadores andaluces, dos están en paro y de cada diez parados tres están en Andalucía.
Se me avisa que en Andalucía la gente sencilla compra el Colacao por gramos. No pueden comprar el pote entero de una vez.
En cambio, Jesús Infante en «Posible» nos dijo que un estudio elaborado por un grupo de expertos suizos de Banca y Universidad, financiado por la «Union des Banques Suisses» y considerada por los técnicos con un posible error máximo del dos al tres por ciento, supone que hasta comienzo de 1977 había circulado con destino a Suiza la cantidad de 787.243.000.000 pesetas.
Si suponemos necesaria la inversión de un millón de pesetas para crear un puesto de trabajo, con la inversión de esa cantidad astronómica evadida a Suiza tendríamos aquí 787.243 nuevos reocupados, cifra muy superior a la dada oficialmente para los parados en Septiembre pasado.
¿Cómo se va a extrañar el Gobierno de que, ante tamaño disparate, los paralíticos se pongan en pie y, unidos, quieran marchar sobre Madrid?
Lluís M. Xirinacs.