Diario de un senador.
Mundo Diario. Domingo, 8 de Enero de 1978.
Altas presiones en el área religiosa.
Dos senadores, Celso Montero, de Orense, y yo participamos en un forum que se está celebrando en Madrid sobre el hecho religioso y sus implicaciones sociales. Asisten muchos hombres notables, creyentes y no creyentes, que se han significado en los últimos años por su progresismo religioso: Comín, Aranguren, Benzo, Lilí Álvarez, Ruiz-Giménez, Carmen García Nieto, Álvarez Bolado, Félix Martí, Bigordà, Dalmau, Gómez Caffarena, Arbeloa, Azkárate, etc.
Creo muy positiva la presencia de senadores en una asamblea tan seria sobre el tema religioso. Insisto en que mientras tengamos dos Cámaras, creo que la Baja es más propia para lo estrictamente político y la Alta es el lugar de lo ampliamente social, ético, humanístico.
El hecho religioso conlleva una cantidad tan crecida de fuerza social que debe preocupar a los representantes de la sociedad. El comunista Azkárate puso de relieve que la división religiosa, el clericalismo y el anticlericalismo, fue uno de los factores decisivos en la guerra del treinta y seis-treinta y nueve.
Actualmente decrece la fuerza de la Iglesia Jerárquica y crece la fuerza de la vivencia religiosa directa de la base popular y en los intelectuales los partidos populares quieren captar la fuerza religiosa latente en masas inmensas separadas de las prácticas y los preceptos de la Iglesia. Sólo la Iglesia popular de Madrid tiene coordinadas cincuenta y una Parroquias. Las parroquias de los grandes barrios obreros de Barcelona, Sabadell, Tarrasa, Hospitalet, Santa Coloma de Gramanet, Badalona, etc., regentadas por sacerdotes progresistas tienen una gran vitalidad y es en ellas donde tienen lugar los debates más encendidos y profundos sobre religión y sus relaciones con lo social, lo político y lo económico.
Un caso típico: la parroquia fomenta directa o indirectamente la escuela a favor de la clase dominante; los cristianos de base fomentan directa o indirectamente la escuela a favor de la clase oprimida. Este tema está al rojo vivo. En la Asamblea, es inequívoca la repulsa a las Jerarquías, la desidentificación con las declaraciones de Tarancón y Yanes al respecto. Espero que esto haga reflexionar y rectificar a los eclesiásticos referidos. Lo espera mucha gente y gente muy responsable.
Parecía que la religión se perdía y he aquí que aparece más viva que nunca. La asistencia, unos setenta y cinco, ha resultado muy superior a la esperada. La participación de todos los que quieren intervenir es imposible por falta de tiempo.
Lluís M. Xirinacs.