Diario de un senador.
Mundo Diario. Miércoles, 4 de Enero de 1978.
Mucho marco y poca tela.
Explicaba Lenin lo difícil que resulta pasar de una situación revolucionaria o insurreccional a una situación de normalidad. Los hombres valientes, que no se conformaron con una dictadura y estuvieron luchando en situación dificilísima con constante riesgo para su salud, su estabilidad, su familia, su fortuna y su vida, cuando de golpe o paulatinamente, las cosas se reequilibran, no saben fácilmente adaptarse a la nueva situación. La corona catalano-aragonesa no sabía qué hacer con sus guerreros cuando el territorio se pacificó. Y los mandó a Sicilia. Aquello también se pacificó, precisamente gracias a la eficaz acción de los guerreros almogávares, y los reyes los enviaron al Oriente a luchar contra los turcos.
También, hoy, en casa, tenemos problemas con los viejos o jóvenes luchadores. Lenin decía que la primera generación de luchadores quedaba quemada por la misma dureza de la lucha. La lucha es tan dura que droga al luchador.
Será difícil, sobre todo en Euskadi, reabsorber la lucha armada. Especialmente cuando los pasos autonómicos son tan lentos, tan flojos, tan formales. Yo dije que entendía a ETA. Y todos los fariseos se rasgaron las vestiduras. Seamos honrados y reconozcamos que la presión militar de ETA no sólo ha servido para acelerar la libertad de Euskadi sino la general del Estado español y la particular de los aprovechados no violentos catalanes. Es muy cómodo decir que los milis de ETA se equivocan cuando nosotros nos estamos beneficiando de su equivocación. Si no hubiera existido la agudización del problema vasco, Catalunya habría tardado más en obtener esas exiguas primicias que ha obtenido. La amenaza de movilizaciones vascas y el temible rearme también, ahora, han acelerado las cosas para Euskadi.
Suárez ha sido hábil y ha cogido por sorpresa a muchos, como dice Josep Melià. Pero no a todos como cree Melià. Pilló muy despierto al búnker navarro que devolvió a Suárez la pelota con efecto multiplicado, jugando a superindependentistas navarros de derechas. Entendieron bien la lección de ETA y la imitaron desde su «stablishment» fascista. Ellos, como yo, entendieron a ETA. «Diario 16» y Esperabé de Artega, no.
Que vigile UCD de no ir por ahí repartiendo tanta nada. Que el levantamiento de sanciones a Vizcaya y Guipúzcoa fue regalar nada. Que, de momento, nuestra Generalitat aún es la institucionalización de la nada. Y por ahí, por ahí anda lo que se acaba de conceder a Euskadi.
Las preautonomías legales se han de convertir rápidamente en traspaso de poderes reales. Si no, ETA se lía la manta a la cabeza y el búnker navarro también, y regresamos a la droga del terror.
Lluís M. Xirinacs.