Diario de un senador.
Mundo Diario. Martes, 3 de Enero de 1978.
¿Qué es la paz?
Esta vez, a propósito del Día Mundial de la Paz, tan sólo una reflexión sobre los misteriosos caminos de la Paz.
Todos conocemos la figura del altísimo diplomático enviado por algún estado todopoderoso a los puntos más opuestos del planeta, en avión especial rodeado de su «staff» de colaboradores técnicos, en secretas misiones superdelicadas, imprescindibles –dicen– para mantener el equilibrio mundial. Es una persona cultísima, de modales finos y educación refinada, de dedos tiernos y movimientos suaves y untuosos. Sonrisas por todas partes. Inclinaciones de cabeza por todas las cancillerías. Cócteles y bailes. Besa la mano de las damas. Ese personaje tiene en sus manos los destinos del mundo y tan pronto firma una fabulosa venta de armas como un tratado de paz...
Existe la contrafigura del obrero de la construcción, innominado; que viste siempre sucio y come de bocadillo o de fiambrera. Tiene las manos grandotas y ásperas, agrietadas por el contacto del cemento. Su tez dura está curtida por el sol del verano y el viento helado del invierno. Esta mañana se ha levantado a las cuatro, antes de hora. Se ha metido, escondida en la pernera del pantalón, una barra de hierro. «¡Ojalá no me vea obligado a usarla!» –piensa–. Y ha salido hoy, no para trabajar, sino para unirse a un piquete de huelga. Van los cuatro compañeros, de obra en obra, animando a los otros obreros a suspender el trabajo. Algunos se resisten. Se les grita. A lo mejor habrá que enseñar la barra de hierro... «No nos han pagado el sueldo extra de Navidad, la paga no cubre nuestras necesidades».
Pregunto: ¿cuál de los dos personajes trabaja mejor por la paz?
Lluís M. Xirinacs.