Diario de un senador.
Mundo Diario. Viernes, 2 de Diciembre de 1977.
«Diario 16 debe explicación pública».
Este senador tiene paciencia larga y, sin gritar, quiere decir unas cuantas cositas a «Diario 16», que le pide explicaciones públicas por sus palabras. Este senador quiere ser un senador de verdad, sin trampas, con ganas de jugar a democrático sinceramente y, como tal, con ganas de olvidar palabras hipócritas para que los problemas reales lleguen al Senado y no se divorcien más lo oficial y lo real.
No sé si sabe «Diario 16» que la democratización es larga y arrastramos mucho autoritarismo aún.
Creo que Letamendia, Bandrés y yo, y también otros muchos, hemos hecho el esfuerzo honrado de presentamos a las elecciones para ayudar con todas nuestras fuerzas a consolidar esa deseada democracia. Supongo que «Diario 16» comprenderá que no nos gustó la ley electoral impuesta por los de siempre. Comprenderá que yo quería ir a unas Cortes Españolas y no a unas Cortes Castellanas. En las Cortes Castellanas yo sobro. En las Españolas yo debo poder expresarme en mi lengua, sino estoy en inferioridad de condiciones en un lugar que está hecho para entenderse hablando y que, curiosamente, se llama Parlamento y no Hablamiento. Y, no obstante, con paciencia larga, sigo hablando en castellano en un Madrid lleno de Palacios de Congresos repletos de sistemas de traducción simultáneas. Sólo en el aspecto lingüístico nos han estado aplastando siempre. Emplazo públicamente a «Diario 16» a que exija que en las salas del Congreso y Senado se instalen sistemas de traducción simultánea para euskera, galego y catalán.
Una muerte es una cosa horrible, pero que les corten la lengua a unos cuantos millones de personas también es una cosa horrible.
Y lo que llevan cortando a las naciones oprimidas del Estado español, durante años y aún sigue, no es sólo la lengua; es su soberanía, su ser esencial. ¿Hay mayor terrorismo?
«Hipócritas, ves la mota de polvo en el ojo ajeno y no ves la viga que tienes en el tuyo». Si lo que padece «Diario 16» no es la malicia hipócrita sino ignorancia, ahora después de lo que le digo, podría hacer una declaración pública reconociendo que actualmente las naciones periféricas del Estado Español siguen oprimidas, siguen sin ser reconocidas, son tratadas como colonias a las que se les hacen algunos favores cuando se ponen tontas. Que las cosas son así porque no hay fuerza suficiente, de momento, para que vayan mejor. Pero que «Diario 16» siempre luchará a favor de la devolución de la soberanía usurpada y que le duele que no se eliminen las causas que, como todas, producen víctimas innecesarias por los dos lados.
Si no habla así se convierte en encubridor de genocidios y en defensor de una democracia de trampa.
Lluís M. Xirinacs.