Diario de un senador.
Mundo Diario. Martes, 22 de Noviembre de 1977.
Presos, Joan Baez y disminuidos físicos.
Este senador fue requerido para presentar el festival de Joan Baez, la cantante no violenta norteamericana, en Barcelona. El colectivo de Acción No Violenta de los Países Catalanes fue quien la llamó de California. Dicho senador no pudo estar presente, porque su presencia en Madrid fue obligada si se quería presentar pronto la urgente proposición de ley de indulto para los presos sociales.
Pero al día siguiente asistió al tercer y último recital. Una presentación de la famosa cantante popular, llena de claroscuros. Polémicas con los periodistas gráficos, que parece que al final fueron superadas. Polémicas por el excesivo precio de la entrada, 350 pesetas. ¡Qué difícil es la convivencia de dos especies tan opuestas, la de los no violentos y la de las redes de comercialización de los espectáculos! La misma Joan Baez, simpatiquísima. Me recibió muy amable un rato antes del recital, la encontré contagiada de tics comerciales en su actuación. ¡Pobres no violentos, van sucios de mierda por todas partes! Y ello es una suerte, si no la especie, hoy día dominante sobre la tierra, se los comerían vivos.
A medio festival llegaron emocionados unos chicos de Canaletas. Los minusválidos, que llevan veinte días encerrados por sus reivindicaciones, se habían encadenado en las Ramblas. La policía intervino. Seiscientas personas sentadas en el suelo se solidarizaron con los encadenados. La policía no logró convencer a los concentrados.
Ese senador, que sufre por los presos sociales, por los minusválidos, y que está desbordado de problemas, puede una noche descansar tranquilo, oyendo la cantante no violenta Joan Baez, porque la especie se extiende e incluso, en la misma hora de su descanso, otros muchos han tomado el relevo y están luchando por las mismas calles de Barcelona a favor de:
- el carnet de paro subsidiado para los disminuidos físicos en edad laboral,
- la creación de una comisión paritaria entre los grupos de base y la Administración,
- la adaptación de todas las escuelas a los disminuidos físicos,
- igual adaptación de todos los transportes y edificios públicos,
y lo hacen con la mayor fuerza del mundo, la fuerza moral.
Lluís M. Xirinacs.