Diario de un senador.
Mundo Diario. Sábado, 19 de Noviembre de 1977.
Proposición de indulto presentada.
Un día más sin asistir a las sesiones del Senado. Algún senador de UCD, medio en broma medio en serio, me ha dicho: «Lo estamos hablando unos cuantos. Reglamento en mano, quizá se te podría expulsar del Senado por tu inasistencia». En efecto, el artículo 35 del reglamento dice: «Los senadores tendrán el derecho y el deber de asistir a las sesiones plenarias». No sé si la no petición de indulto para los presos sociales en los críticos momentos actuales es una causa justificante. Sólo sé que, si el indulto no encuentra vía, no podremos parar una nueva oleada de motines con sus horrores concomitantes.
Se me dijo que el Gobierno y UCD se oponían al indulto por el aumento de delincuencia que se observa en la calle, que se vería incrementado aún más. Pero, ¿han de pagar los presos las consecuencias del paro, del abandono de inversiones en infraestructura social, urbanística, educativa, etc.? ¿No es esa la causa del aumento de delincuencia? Además, los presos sociales actuales han elevado su nivel de responsabilidad y piden una oportunidad ante la nueva democracia. Fue precisamente este gobierno, ahora tan escrupuloso ante un indulto, el que suscitó esperanzas en una población penal acostumbrada a asociar la concesión de indulto a la de amnistía política.
También se me ha dicho que ahora no era el momento; que si perdíamos la propuesta ahora no íbamos a poder presentar nueva petición en largo tiempo. No veo que el reglamento impida reiterar la petición de una propuesta de ley. Y es tan clara la conveniencia de esta medida pacificadora que, si no se aprueba, quedará públicamente esclarecido quién no la aprueba y por qué. Y, por la experiencia acumulada en las campañas de amnistía, se ve que no moverse no lleva a nada y un primer intento fracasado puede mover a un nuevo intento no fracasador.
Lo cierto es que, por primera vez, hoy una serie de senadores han decidido estampar su firma al pie de la propuesta de ley de indulto para los presos sociales. Veintiocho senadores. Y espero haya sido presentada esta tarde misma para su tramitación por Juan María Bandrés.
Mientras, llegaban unas 12.000 firmas de ciudadanos pidiendo la anulación de la Ley de Peligrosidad Social. Y, mientras, se discute en la sala grande la formación de una comisión senatorial para investigar en las cárceles. Hay algo que no hace ninguna falta investigar, ya se sabe: que se dé el indulto.
Lluís M. Xirinacs.