Diario de un senador.
Mundo Diario. Domingo, 2 de Octubre de 1977.
Estilo catalán.
1 de Octubre de 1977. Doce menos cuarto de la mañana. Cuarta sesión plenaria de la Asamblea de Parlamentarios de Catalunya. Abrió la sesión Andreu i Abelló. Hablaron los líderes del Congreso de Diputados y el líder de los senadores. Se votaron nominalmente los acuerdos de Perpinyá para el restablecimiento de la Generalitat Provisional de Catalunya. Hubo unanimidad. Ninguna excepción. Ningún senador o diputado por Catalunya estaba excluido. Ninguno puso objeción. Unidad.
Yo nada dije. Estuve de acuerdo con lo que se habló. Lo que votamos no es todo lo que queremos. Pero estos acuerdos nos convienen. Y hemos dicho «sí».
Callé en el Salón del Parlamento de Catalunya, pero no puedo callar ahora. El espectáculo que estamos dando los catalanes ante el mundo es un puro milagro. Pueblo, políticos y presidente, unidos. Clases sociales opuestas, unidas. Comarcas y capital, unidas. Una extensa gama de partidos de la derecha a la izquierda, unidos. Pasado legítimo y presente democrático, unidos por encima de cuarenta años de servidumbre.
Nunca se podrá agradecer suficientemente, a todos los responsables, los esfuerzos y las concesiones recíprocas realizados para llegar a este final unitario que es gloria para Catalunya.
La firmeza en los principios irrenunciables y la flexibilidad en concreto marcan un estilo, el estilo catalán, hecho de «seny», ante la correlación de fuerzas de cada momento, y hecho de una tenacidad indestructible, que está consiguiendo toda la libertad posible en cada momento sin ninguna renuncia gratuita. Es un estilo que evita muertes, desgracias y sufrimientos evitables. Es un estilo que da gratificaciones, compensaciones y gozos asequibles.
Ojalá este estilo resulte un servicio para provecho de los pueblos hispánicos y de todos los pueblos del mundo.
Lluís M. Xirinacs.