Diario de un senador.

Mundo Diario. Jueves, 8 de Septiembre de 1977.

El preso responsable en la prisión.

El día 1 de este mes, acompañado del diputado Rudolf Guerra, estuve hablando una hora con el Director General de Instituciones Penitenciarias, Sr. José M.ª Moreno Moreno, en su despacho del Palacio de Justicia. Muy atento el trato. Como cualquier ejecutivo, hablando mucho para no dejar hablar. Nos explicó las ventajas de la nueva reglamentación. Realmente hay ventajas. Nos dijo que era un primer intento urgente, en espera de una ley de reforma penitenciaria más completa. También nos dijo que el importante tema del trabajo en prisión aún no había sido abordado; que estaba en fase de encuesta. Las denuncias importantes las pasará a los jueces, como ya ha empezado a hacer, para que haya imparcialidad. Está empeñado en dar prioridad a la construcción de una cárcel nueva para Barcelona, porque la vieja ya no admite arreglos. Tenía encima de la mesa el informe de la Cruz Roja Internacional sobre las cárceles en España, muy favorable, según él; muy amañado, según mis informes.

Entre párrafo y párrafo tratamos de ir colando alguna corta frase sobre los motivos de nuestra visita: urgencia de la reforma penitenciaria, indulto como salida a la situación actual y amnistía política, problemas de funcionarios con la jornada excesivamente larga, huelga de hambre de once presos, 41 presos incomunicados sujetos al artículo 12 y, sobre todo, el estado de tensión desde la reincorporación del director al final de sus vacaciones. Le explicamos que en Barcelona el intento de motín, fue llevado con gran sentido de responsabilidad: se evitaron las borracheras, los destrozos, se protegió a los funcionarios, etc. Le dije que otra actuación insurreccional fue en el sentido insólito de limpiar una galería de ratas, cucarachas, parásitos, y en general, de una suciedad que se había convertido en endémica.

Sí, hay problemas de disciplina en la cárcel Modelo, pero en un sentido nuevo. Algunos funcionarios progresistas lo entienden y canalizan. Otros, a la antigua usanza, y el director se encuentra entre ellos, no comprenden y van a parar a los métodos represivos de siempre. Le pedimos que quisiera aprovechar un experimento, quizás único, de recuperación educativa del preso.

Lluís M. Xirinacs.