Diario de un senador.
Mundo Diario. Domingo, 4 de Septiembre de 1977.
La difícil devolución.
Después de la explosión del «affaire» Tarradellas-Benet, en la reunión de la Entesa, ante una pregunta de Solé Sabaris y otra mía, dimos opción a Benet a justificarse ampliamente, opción no dada aún a Tarradellas. Cuando iba yo a tomar la palabra pedida, vino una prisa enorme a Benet y a Portabella para acudir a otra reunión.
Estos dos senadores, nos pidieron silencio a todos los senadores catalanes por el bien de la paz y de la unión, hasta que un Pleno de la Asamblea de Parlamentarios aún no concretado, se definiese. Mientras, ellos han hablado lo que han querido por prensa, radio y televisión. Benet se ha reafirmado públicamente y con gran contundencia sobre unos puntos, objeto del «affaire». Y, lo que es peor, nos ha contado entre sus defensores, cuando nosotros aún no hemos dicho esta boca es mía, siguiendo su consigna. Yo también tengo muchas cosas que decir. Las seguiré callando por el bien de la paz, pero ruego a Benet y Portabella que quieran hacer lo mismo.
Hay, sin embargo, yendo más allá de la anécdota, un asunto de fondo que conviene hablar. El Gobierno de Madrid es quien puede darnos la Generalitat provisional. A él hay que acudir aunque no nos guste. Por otro lado, ese Gobierno se ve forzado a darnos la Generalitat por múltiples causas. Entre las más importantes están las grandes movilizaciones de nuestro pueblo y el resultado de las elecciones de junio. Pero también tiene poderosos grupos de presión que le frenan y una fuerza armada que puede volvernos al autoritarismo.
El Gobierno actual es de UCD, también desde Junio. Es natural que esté disgustado de la victoria de la izquierda en Catalunya y trate de neutralizarla en lo posible. El Gobierno quiere capitalizar para UCD el acto democrático de darnos la Generalitat. Tarradellas lo sabe. Los parlamentarios lo sabemos. ¿Lo comprende el pueblo? ¿Se le ha dicho claramente esto? Cada vez que intervenimos los parlamentarios catalanes, Suárez detiene la negociación. Cuando no intervenimos la acelera. Eso ya ocurrió al intervenir Pujol en Noviembre pasado.
Miramos demasiado la persona de Tararradellas y poco el asunto de fondo que se debate. Aparte de personalismos, ¿qué hay que hacer? ¿Atrasar la devolución de la Generalitat Provisional para salvar los resultados electorales ó ceder la negociación a Suárez y Tarradellas para salvar la pronta devolución de la Generalitat? Es difícil la respuesta. Yo, a riesgo de equivocarme, opto por lo segundo y me adhiero al manifiesto «Unitat entorn del president», firmado por diez personalidades catalanas y aparecido en el «Avui» de 2-9-1977.
No soy de UCD. Creo que nadie sospecha tal cosa. No creo que Tarradellas sea ucedista. No creo que Tarradellas negocie con UCD y por medio de UCD para favorecer a UCD. Creo que lo hace así, aunque favorezca a UCD, porque cree que así obtendrá más para Catalunya. Si acierta o se equivoca ya se verá. Yo creo que Tarradellas no firmará nada sin antes contar con la aprobación de los representantes elegidos por Catalunya.
Lluís M. Xirinacs.