Diario de un senador.
Mundo Diario. Miércoles, 13 de Julio de 1977.
Elegancia democrática.
Estamos ante una negociación única. Se le devuelve a Catalunya el ejercicio de su soberanía nacional o no se le devuelve. La Asamblea de Parlamentarios ha elegido una comisión para tratar de esto con Suárez, presidente del Gobierno y líder de Unión de Centro Democrático, partido ganador de las elecciones, a nivel de Estado.
No es justo que ante una negociación de tanta trascendencia UCD esté en las dos partes de la negociación y que sus 355.000 votantes catalanes estén doblemente representados en un lado de la mesa y, a la vez, en el lado opuesto, incluso con ministro propio. Por eso, en la votación sobre la exclusión de UCD de la comisión, voté a favor de la enmienda excluyente presentada por el diputado Triginer.
Esa enmienda era, a la vez, una votación-sonda de desconfianza a la presencia del grupo UCD de Catalunya en la comisión. Perdimos 20 contra 35. Pero fue una derrota aparente: 5 de los 35 eran de UCD. Por elegancia no debieran haber votado. Entonces hubiéramos quedado 25 a 30. Hay más, otros 5 eran de Pacto Democrático y dijeron estar en contra de la inclusión de UCD, aunque votaron a favor. Estábamos, pues, de hecho 25 a 25. Y aun habría algún dubitante silencioso más. Total que, otra vez, si la elegancia democrática hubiera privado sobre los intereses políticos, UCD debiera haberse retirado. Así van las reglas del juego en los países democráticos ante una moción de desconfianza, aunque no guste.
No hubo retirada y yo, en la votación definitiva, como prometí en mi intervención previa, traté de ser elegante, por si otra vez se decidía a actuar mejor, y voté su inclusión. Así quedan explicadas mis dos votaciones, la una contraria a la otra.
Y así queda explicada la diferencia diametral entre una fea democracia salvaje, fundada sólo en intereses, y una democracia con rostro humano, basada en el respeto a las reglas del juego más allá de las apariencias.
¡Pobres catalanes decapitados que, por elegancia, votamos a favor de los que no nos quieren devolver ahora mismo el Parlamento que nos quitaron!
Lluís M. Xirinacs.