Diario de un senador.
Mundo Diario. Martes, 12 de Julio de 1977.
Acceso al poder económico.
El segundo punto de la Asamblea de Catalunya pedía «el acceso del pueblo al poder político y económico». La coletilla «y económico» fue la única cosa discutida de los cuatro puntos. El PSUC se oponía a su inclusión. Muy coherentemente, el PSUC veía la Asamblea de Catalunya como un órgano unitario interclasista de lucha antifascista, no como un organismo de clase proletaria de lucha anticapitalista. Temía que así se rompiese el «Pacto por la libertad» con los burgueses. Quienes, en cambio, apretaban por la inclusión era la gente izquierdista que quería aprovechar la desestabilización de la caída del fascismo para introducir la revolución socialista.
En la Asamblea no hubo nunca grandes burgueses y los pequeños burgueses no pusieron obstáculo alguno en la votación.
Han pasado seis años. La democracia política va entrando con buen pie. ¿Cómo queda la democracia económica? La declaración de principios del vicepresidente segundo de Asuntos Económicos, Fuentes Quintana, pone la cuestión sobre el tapete.
En síntesis, veo las siguientes líneas. Nada de control obrero directo. Ningún correctivo de cogestión o de copropiedad en la empresa capitalista. El pueblo trabajador sólo podrá influir indirectamente a través de los sindicatos y de los partidos de la oposición. Y parece que esta oposición colaborará con el programa, si no con un pacto social, sí al menos con una actitud moderada ante la gravedad de la situación económica heredada del franquismo.
Desaparición de parte del intervencionismo estatal que escondía privilegios de grupo y circuitos financieros parásitos, dando paso a una libre competencia mucho mayor. Es decir, salida del capitalismo atrasado y feudalizante, para entrar en un capitalismo liberal de corte moderno en el que predominará la lucha antiinflacionaria, como siempre, a cargo del sueldo de los obreros.
Y, finalmente, alguna medida fiscal y contra el paro, y una tolerancia sindical como paga de consolación al mundo obrero.
Nadie habla de repatriación de capitales expatriados.
Lluís M. Xirinacs.