Al servicio de este pueblo.
Avui. Sábado, 9 de Diciembre de 1978. Página 6.
Títulos.
Ahora se dirá: Cataluña ya está contenta con esta Constitución y con el Estatuto que, casi automáticamente, se deriva. «El Correo Catalán» anunciaba en primera plana: «España 66 por ciento, Cataluña 69 por ciento, Barcelona 73 por ciento, Madrid 71 por ciento y Bilbao 45 por ciento».
Después de habernos inundado la televisión con el «sí» y el «vota» durante toda la campaña, después de habernos coaccionado el Consejo de la Generalidad con su «sí» y su desprecio por el derecho a la abstención, venía la prohibición de hacer propaganda constitucional desde las doce de la noche del día anterior al referéndum. Vino la detención de algunos que no obedecieron.
Pero, continúa «El Correo Catalán», cuando habla del día de la votación: «Una mañana abstencionista». Todos lo pudimos comprobar. No era el 15 de junio. La gente no se aprestaba a votar.
Aparte de otros incidentes, que quizá habrá que denunciar a la junta electoral en su momento, millones de televidentes pudieron comprobar que la televisión oficial, única en este vilipendiado país, se pasaba la mañana con un descarado programa a favor del sí, con una parada de personalidades encuestadas en los estudios. Sin ni siquiera disimularlo, fingiendo una encuesta espontánea por la calle.
Y por si fuera poco el encuestador Felipe González fue televisado con una papeleta del «si» desplegada, enfocada en primer plano e introducida sin sobre ni nada en la urna.
Gracias, Felipito, Suárez te guardará agradecimiento eterno.
La gente indecisa, ante un cielo lleno de estrellas de tal magnitud, se armó de valor, salió de la casita confortable y se lanzó a luchar contra el frío, el viento o la lluvia.
«El Correo Catalán» tituló así el fenómeno: «Los españoles se volcaron en las urnas a partir de media tarde».
Todo el peso televisivo jugado ilegalmente a favor del voto. Una vez más tengo que alzar la voz indignada con toda mi fuerza. Caerá, como otras veces, en el vacío. Sólo se hace cumplir la ley a los idiotas. Esto no es un Estado de derecho.
Los políticos, con un puro voluntarismo, han fabricado un resultado. «El Correo Catalán» lo titula así: «Los políticos madrugan para votar».
Lluís M. Xirinacs.
