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Nuevos apartados:

Los «Cien pasos de una vía de humanidad» de Lluís Maria Xirinacs.
Dolors Marin Tuyà.
Artículos publicados en la revista Penedès Econòmic.

Al servicio de este pueblo.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el diario Avui, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979, traducidos al castellano.

Diario de un senador.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el rotativo Mundo Diario, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979.

Publicaciones:

Mundo alternativo.
Lluís Maria Xirinacs.

Pequeña historia de la moneda.
Agustí Chalaux de Subirà, Brauli Tamarit Tamarit.

El capitalismo comunitario.
Agustí Chalaux de Subirà.

Un instrumento para construir la paz.
Agustí Chalaux de Subirà.

Leyendas semíticas sobre la banca.
Agustí Chalaux de Subirà.

Ensayo sobre Moneda, Mercado y Sociedad.
Magdalena Grau Figueras,
Agustí Chalaux de Subirà.

El poder del dinero.
Martí Olivella.

Introducción al Sistema General.
Magdalena Grau,
Agustí Chalaux.

Peripecias estatutarias. Índice. Al servicio de este pueblo. Conciencia. Al servicio de este pueblo.

Al servicio de este pueblo.

Avui. Logotip historic.Avui. Martes, 5 de Diciembre de 1978. Página 10.

Día de meditación.

Libro abiero con personas encima.Hoy ya se ha terminado la campaña por el referéndum constitucional. Es práctica de todas las democracias de dejar un día vacío, antes de votar, que permita la reflexión.

La velocidad de la vida moderna tiende a hacernos cada vez más superficiales como personas. Actuamos como un aparato programado. Recibimos consignas y las ejecutamos tal como quieren nuestros programadores, sin darnos cuenta de ello. El espesor, la profundidad, la capacidad creadora, la posibilidad de fabricar sorpresas que constituye la gracia de la persona humana van desapareciendo a golpes de una colectivización malentendida. Los planteamientos de grupo, que ignoran el área de autonomía personal, pueden obtener resultados inmediatos fulgurantes, pero a la larga es como tirar piedras en el propio tejado.

Mañana muchos militantes de partidos votarán según la línea recomendada por su partido porque han meditado y están convencidos. Pero es posible que otros voten por obediencia ciega de partido. Estos últimos harán mal hecho. La disciplina de voto no obliga cuando se trata de las consultas secretas. De lo contrario, ¿de qué serviría, como se dice en la Constitución, el voto secreto? Lo mismo cabe decir de tantos ciudadanos que votarán condicionados por el conductismo imperante en los medios de comunicación social y en el estilo de las campañas políticas.

–¿Has pensado alguna vez en la responsabilidad que contraes cuando votas lo que no conoces?

–No todo el mundo tiene tiempo de estudiar un texto tan largo.

–Ni tiempo ni, a veces, ganas. Bien se estudian cada semana las complicadas vicisitudes de la Liga de Fútbol o de las quinielas más convenientes.

–Yo me fío de lo que dice quien entiende más que yo.

–Eso es bueno si no es fruto de la pereza. Es necesario que cada día más el ciudadano estudie, se informe y participe de las cosas colectivas que le afectan. Democracia es cultura ciudadana. Pero además hay que aprender de diferenciar las líneas políticas. Hay quien entiende mucho, pero que pone lo que entiende al servicio de intereses injustos muy beneficiosos para él o para su grupo. Hay, pues, que vigilar a los intermediarios. Vigila bien de quien te fías.

Pero, aunque, hay que desvelar las razones propias, hay que integrar en la decisión las informaciones originales propias y las propias opciones ante la vida. Cada persona vale mucho más que lo ella se piensa.

El voto secreto pide soledad y silencio. Pide ponerse cara a cara con uno mismo y preguntarse qué quiere aportar uno a la vida de todos. Se da tiempo para votar. Lástima que no se den unas horas para pensar. ¿Si nos las daban, sabríamos aprovecharlas? ¿No nos da miedo meditar un poco? ¿Podríamos, hoy, hacer vacaciones de televisión, por la noche, y meditar una hora sobre la Constitución en familia y, luego, otra hora solos, encerrados en la habitación o paseando a pie por la acera de la calle?

Lluís M. Xirinacs.

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