Al servicio de este pueblo.
Avui. Viernes, 21 de Octubre de 1977. Página 5.
Responsabilidad de base.
En mi propuesta de Asamblea Popular del Principado de Cataluña, hablo de la fecunda relación que debe establecerse entre el nivel popular y la estructura de poder que, en nuestro caso, es la Generalitat de Cataluña. En la ampliación de la propuesta, contemplo este movimiento popular catalán assembleario flanqueado por un sistema de servicios técnicos, también a nivel popular, que traten de resolver todo lo que esté a su alcance, sin congestionar las instituciones públicas, según aquel sabio principio de subsidiariedad, que dice: «Lo que pueden hacer los de abajo que no lo hagan los de arriba».
La primera asamblea de representantes de los museos del Principado, veo que opta también por este organigrama triangular: arriba el comisariado del Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura del gobierno de la Generalitat; abajo, por una parte la Asamblea General de Museos, soberana, y de otra las Comisiones Técnicas de Trabajo.
J. M. Muntaner y Pascual, hablando del turismo catalán, dice: «Ahora, cuando necesitamos pautar seriamente nuestras necesidades, el ámbito de turismo (del Congreso de Cultura Catalana) sugiere, a nuestro criterio muy acertadamente, de crear para el Principado concretamente tres organismos. En primer lugar, una consejería de Turismo de la Generalitat de Cataluña como órgano de gobierno. En segundo lugar, un Patronato de Turismo, como órgano representativo y de consulta. Después de tantos años de representaciones trucadas, conviene que las cosas sean dichas por todos los que tienen algo que decir. Y que todo esto tome cuerpo y que sea escuchado, marcando la pauta de las correspondientes acciones de gobierno. En tercer lugar, hay que crear un Instituto Catalán de Turismo con una tarea profesional. Hay que investigar, se necesitan asesoramientos técnicos.»
Lo que es bueno para los museos y el turismo es bueno para toda Cataluña. Un movimiento popular catalán debe tener asambleas, servicios técnicos y una relación abierta y normal con los órganos de gobierno del país. Y debe tener asambleas, no sólo sectoriales, sino también generales de cada unidad territorial con representación de los sectores que cubren el territorio propio de cada asamblea general.
El eslogan es: «Todo el mundo responsable de lo suyo».
Lluís M. Xirinacs.