Diario de un senador.
Mundo Diario. Jueves, 30 de Marzo de 1978.
Otra vez la pesadilla del indulto.
La Ponencia informadora de la Comisión Especial de Establecimientos Penitenciarios presentó ya su informe, que fue discutido y mejorado en algunos puntos por la comisión y aprobado para su presentación a la mesa del Senado. Componen la ponencia dos senadores de UCD, uno del PSOE, uno del Grupo de Progresistas y Socialistas Independientes, el catalán Pere Portabella por los grupos vasco y catalán.
Esperaban a la puerta los periodistas impacientes. Las dos muertes violentas de un preso y del director general de Prisiones habían vuelto a poner sobre el tapete un tema fatídico del que después de la derrota parlamentaria de la Ley de Indulto y de las medidas severísimas de represión dictadas por el Gobierno, ya nadie quería acordarse.
A pesar de lo que vayan por ahí diciendo parlamentarios y partidos, de derecha y de izquierda, para justificar su injustificable negativa a la concesión de indulto, aún hoy el primer punto de la Ponencia, aprobado sin ningún retoque por la Comisión de 25 miembros, dice que se confirma la opinión generalizada de que el origen de la situación conflictiva actual en los establecimientos penitenciarios está motivada por considerarse los reclusos discriminados en relación a los beneficiados por la amnistía política.
La Comisión, que recoge honradamente este sentir de los presos, es débil al rehuir la única palabra clara y adecuada para estabilizar hoy las cárceles y hacer posible su reforma de fondo. Esa palabra es indulto general.
La poca firmeza del Ministerio de Justicia ha ocasionado indirectamente dos muertes: La de un preso, al parecer a manos de funcionarios autoritarios crecidos en su soberbia ante la flojedad de sus superiores más altos y la del superior intermedio que quiso, quizá ya tarde, poner firmeza en donde hacia tiempo que hubiera debido estar aplicada.
El Gobierno luchó contra el débil de la COPEL y no luchó contra las fuertes autoridades de cada prisión.
Así acusa el dictamen de la Comisión. Esta vez los senadores estuvieron a la altura de su cargo.
Lluís M. Xirinacs.