Diario de un senador.
Mundo Diario. Jueves, 7 de Julio de 1977.
Nuevo Gobierno.
Ya tenemos nuevo Gobierno. Un Gobierno donde domina Unión de Centro Democrático porque ganó las elecciones. Un Gobierno que se regirá aún por la ley antigua, sin recabar la confianza de las Cortes, porque las Leyes Fundamentales vigentes no ligan Gobierno y Cortes. Los comentaristas son muy cautos en valorar el nuevo equipo. El Estado español, que se transforma con un lentísimo ritmo vegetal, está en fase de crisálida. Ya no es oruga y aún no es mariposa. Todavía no se ha despertado aquella rabiosa prensa liberal que desmenuza los entresijos de la política, los grandes intereses económicos ocultos que se agazapan tras las figuras políticas. No se dijo, por ejemplo, que yo sepa, que la Unión de Centro se amasó por Mayo en las dependencias del Banco Urquijo.
Ahora ya se dice que el centro de gravedad, que siempre estuvo en el Banesto, se traslada al Hispano y al Urquijo. También parece que la clásica cerrazón de las oligarquías financieras españolas ceden paso a las multinacionales, como el imperio Rockefeller, tan bien relacionado con los Garrigues. No sé si la gente leyó, en un rinconcito del diario, allá por los inicios de las elecciones, que se permitía por primera vez en España el establecimiento de Bancos extranjeros. También se habla de suprimir el monopolio estatal del petróleo, que frena el paso a los grandes del petróleo mundial.
Y, con la política y la economía proamericanas, quizás veamos expansionarse por nuestras tierras aquella cultura o contracultura americana que tan bien sabe introducir en casa Carlos Barral, con el asesoramiento empresarial y con la amistad de Alberto Oliart Saussol, nuevo ministro de Industria y Energía.
Sin darnos apenas cuenta, estamos pasando de un capitalismo feudalizante a un capitalismo liberal, no como hace dos siglos los franceses, sino como hace dos siglos hicieron los ingleses, sin rupturas revolucionarias, dando paso a un gran partido conservador.
Lluís M. Xirinacs.