Directa. Miércoles, 18 de enero de 2017. Internacional.
«Queremos proclamar la República andaluza este 2017».
Àlex Romaguera.
Pedro Ignacio Altamirano preside la Asamblea Nacional Andaluza (ANA) que, junto con otras entidades como Somos Andaluces, y siguiendo el patrón de la ANC catalana, plantea el objetivo de una república independiente en el sur de la península ibérica.
«Una parte de la población hemos dicho basta. No sólo contra este sistema caciquil, sino porque las estructuras y los servicios básicos fallan. Tenemos un millón de personas paradas y, en el ámbito de la sanidad, la situación es desastrosa»./Víctor Serri.
Àlex Romaguera.
18/01/2017.
El 4 de diciembre de 1977, en Andalucía se vivió una de las marchas más multitudinarias de su historia reciente. De resultas de aquella movilización, en 1980 alcanzó un Estatuto que, por la vía del artículo 151, le confiere una identidad propia con capacidad para autogobernarse. Aquellos aires de libertad, sin embargo, han sido amortiguados por los partidos españoles del régimen del 78. Especialmente por el PSOE, que desde entonces ha supeditado Andalucía a sus intereses en el ámbito del Estado, una política errática ante la que varios sectores se han plantado hasta impulsar la formación Somos Andaluces y la Asamblea Nacional Andaluza (ANA), una plataforma de carácter civil que, al estilo de la ANC, pretende canalizar el malestar social a fin de lograr una República independiente al sur de la península. Pedro Ignacio Altamirano, presidente de la ANA, analiza las claves de este escenario de esperanza al que se suman cada vez más capas de la sociedad andaluza.
–En qué contexto se encuentra Andalucía. Hay motivos para creer en un resurgimiento del sentimiento soberanista?–
–Hay una frase en el santo sepulcro que dice: «parece que está muerto, pero está dormido». En Andalucía hemos tenido los ojos cerrados cuatro décadas, y esto se explica porque hemos pasado de una dictadura franquista a una dictadura del PSOE. De estar bajo el yugo de la represión y sin las libertades más básicas, hemos sido manejados por los socialistas de una forma asfixiante y agobiante. No se ha tratado de un régimen violento, por supuesto, pero sí de control de medios y sistema de producción, que ha tejido una trama clientelar instalada en todos los ámbitos administrativos. El PSOE tiene 1.200.000 cargos públicos de designación directa y que pasan de padres a hijos, hasta el punto de que todos los funcionarios de la Junta de Andalucía tienen el carnet del partido. ¿De donde saca sino los votos? Viene de estos sectores y de la ayuda de los 420 euros. No por ninguna amenaza de sacarlos, sino que, mediante el subsidio agrario (el antiguo PER, hoy llamado PROFEA), se extiende la idea de que, gracias al PSOE, las familias llegan a fin de mes.–
–¿Se produce una confusión interesada entre partido y país?–
–El PSOE ha creado una cultura subsidiaria que le es muy rentable políticamente y que impide a la población andaluza levantar la cabeza y pensar en las posibilidades que tenemos como región. Hay que recordar que Andalucía es la zona más rica de Europa. Tenemos planes energéticos que permanecen en un cajón, molinos de vientos parados y no se da salida a los 25.000 barcos que buscan puntos de atracos para trabajar de la Pesca.–
–¿Cómo se ha permitido esta situación?–
–El error fue dejar caer el Partido Andalucista (PA), creado para aglutinar el nacionalismo andaluz. Tuvo un cierto protagonismo, pero en manos de Alejandro Rojas-Marcos y Pedro Pacheco (ahora en prisión), se convirtió en la muleta del PSOE, que de esta manera gobernaba en minoría y cubría el sentimiento andalucista con la presencia de cargos del PAN en las consejerías. Algunos intentamos cambiar el rumbo del PAN, pero se nos expulsó, y no ha sido hasta que ha desaparecido, que toda una generación nos hemos quitado el lastre para defender un nacionalismo sin complejos. Éste es el origen de Somos Andaluces.–
«Queremos acabar con un régimen que ha puesto los medios de comunicación al servicio del PSOE y un modelo cultural basado en los toros y el flamenco, en lugar de ofrecer una mirada plural de la sociedad donde debe tener cabida Iban Batuta, Lorca, Trajano, Séneca y otros referentes»./Víctor Serri.
–¿Pretende canalizar las aspiraciones nacionalistas en las instituciones?–
–Queremos terminar un régimen que ha puesto los medios de comunicación al servicio del PSOE y un modelo cultural basado en los toros y el flamenco, en lugar de ofrecer una mirada plural de la sociedad donde debe tener cabida Iban Batuta, Lorca, Trajano, Séneca y otros referentes. Ante esto, una parte de la población hemos dicho basta. No sólo contra este sistema caciquil, sino porque las estructuras y los servicios básicos fallan. Tenemos un millón de personas paradas y, en el ámbito de la sanidad, la situación es desastrosa. Yo mismo he tardado medio año a que me operaran de colon. La Junta ha podido mantenerlo gracias a fuentes de cohesión y en inversiones como el AVE hasta Sevilla, pero con la crisis, se le está desmoronant.–
–En paralelo ha nacido la Asamblea Nacional Andaluza (ANA). ¿Qué papel quiere jugar?–
–Nace a imagen y semejanza de la Asamblea Nacional Catalana (ANC). Primeramente para denunciar el uso indecente y antidemocrático que el PSOE ha hecho de Andalucía, en la que se ha cargado la pluralidad, la diversidad y el debate político. Pero después para atraer a los sectores políticos, sindicales y culturales partidarios de combatir esta realidad y defender la plena soberanía de los andaluces.–
–¿Podemos, con Teresa Rodríguez al frente y el fichaje de Diego Cañamero, no se puede considerar una alternativa?–
–En la práctica se comporta como el PSOE: exhibe la bandera de Andalucía mientras obvia las reivindicaciones de nuestro pueblo. No hay más discusión: o trabaja por la República o, en la práctica, está reforzando el estatismo. De modo que no queda otro camino que generar un espacio que levante la autoestima de la población y explique que no necesitamos limosnas ni tutelas de nadie, sino que gestionando nuestros recursos, podemos garantizar el bienestar de los ciudadanos. Sufrimos el mismo problema que Cataluña: las decisiones importantes pasan por Madrid.–
«Nosotros hablamos de expropiar las empresas estratégicas para recuperar el control sobre la energía, los productos agrícolas, la oferta turística y otras actividades. Con esta riqueza, Andalucía está en condiciones de ofrecer unas prestaciones dignas y una educación y una sanidad públicas de primera línea»./Víctor Serri.
–¿Qué medidas emprenderíamos para cambiar la situación?–
–Nosotros hablamos de expropiar las empresas estratégicas para recuperar el control sobre la energía, los productos agrícolas, la oferta turística y otras actividades. Con esta riqueza, Andalucía está en condiciones de ofrecer unas prestaciones dignas y una educación y una sanidad públicas de primera línea. A nadie le faltaría de nada, ni vivienda ni estos servicios básicos.–
–Sectores como el Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) ya plantean recuperar espacios de soberanía. ¿El ANA los tiene en cuenta?–
–Sin duda. Sólo falta coordinarlos para que, con otros segmentos sociales, políticos, económicos y culturales, vean en el ANA el espacio de encuentro y compartan la República como meta a assolir.–
–¿Qué riesgos ha encontrado para articular esta propuesta?–
–Aparte del silencio informativo, la aparición de Andalucía por Sí, una fuerza que, como confiesan algunos socialistas, está impulsada por el PSOE para frenar nuestra iniciativa. Pero sin embargo, las circunstancias históricas soplan a favor de un cambio de régimen. Confluye el hastío político, la falta de solución a los problemas reales, la falta de liderazgo y un proyecto estimulante.–
«Debemos incorporar todos, desde empresarios a organizaciones anticapitalistas, sin olvidar que el acento social está en nuestro ADN, ya que la esperanza nace de las capas desposeídas que están sometidas a los terratenientes»./Víctor Serri.
–¿El ánimo puede ser el gran motor de cambio?–
–Tenemos la oportunidad de hacerlo, pero insisto: debemos incorporar todos, desde empresarios a organizaciones anticapitalistas, sin olvidar que el acento social está en nuestro ADN, ya que la esperanza nace de las capas despojadas que están sometidas a los grandes terratenientes. En la respuesta hay una evidente pátina revolucionaria, y eso hace que tengamos un gran potencial transformador, ya que hablamos de recuperar aquella idea tan básica que dice: «la tierra para quien la trabaja»–
–El 4 de diciembre hará 40 años de la famosa movilización de 1977. ¿Puede ser el momento de evaluar la fuerza del soberanismo?–
–Este 2017 queremos proclamar la República andaluza, por la que ya trabajamos en la creación de un gobierno provisional. Veremos qué pasa, pero si vamos de la mano de los Países Catalanes mediante los lazos de amistad y en la construcción del Eje mediterráneo, romperemos el régimen del 78 y seremos un contrapoder en el sur de Europa. Nos necesitamos mutuamente, porque con la creación de las dos repúblicas, seríamos el principal polo de desarrollo social y económico del continente. Éste es el reto.–
Enlace de la entrevista original en catalán:
https://directa.cat/volem-proclamar-republica-andalusa-aquest-2017
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