El momento es ahora.
Manifiesto de los expertos monetarios integrados en el Instituto de la Moneda Social y el Observatorio de la Moneda Complementaria.
Manifiesto completo.
Un peligro inminente.
Los cargos electos en los ayuntamientos, las diputaciones y las comunidades autónomas, se encuentran ante un panorama económico más que preocupante: En su territorio la mitad de la población activa ocupada (50,5% en el promedio estadístico del Ministerio de Trabajo) se gana la vida trabajando como autónomo o en una pequeña empresa, que también puede ser una tienda. Una parte muy importante de las citadas fuentes de riqueza están en inminente riesgo de cierre y defunción, con las repercusiones en cadena que cada cierre conlleva para el municipio. El gran dilema del cargo electo es que se da cuenta del problema, pero no tiene recursos para solucionarlo.
En efecto, el Banco Central Europeo está dando dinero a espuertas a los bancos y a las grandes empresas, y está financiando a los estados de la Unión mediante la compra de su deuda. Con ese dinero, el Gobierno Central de España está tomando medidas que benefician a las grandes y medianas empresas, y también a particulares seleccionados según los criterios del ingreso mínimo vital y el subsidio de desempleo; sin embargo, nadie está atendiendo a las empresas pequeñas y microempresas, a pesar de que dan ocupación a la mayor parte de la población.
Es aquí donde debe incidir, imprescindiblemente, la acción de la administración pública. Su falta de medios, de dinero, se puede resolver con los instrumentos monetarios complementarios que el derecho europeo permite y la Comisión Europea incluso ha subvencionado. El propósito de este Manifiesto es que la sociedad y sus dirigentes tomen conciencia del problema y de la existencia de una vía rápida para resolverlo.
Definimos la situación actual como una drástica reducción del efectivo en manos de los particulares y las empresas, debido a la disminución forzosa de la facturación y a los ERTE’s. La teoría monetaria enseña que una reducción tan brutal de liquidez lleva a una depresión, con todas sus consecuencias de destrucción del tejido empresarial y desempleo. La solución para dicho problema es que las autoridades aumenten la oferta monetaria en la proporción en que ha sido destruida. Es una nueva realidad el descubrimiento por el público de cómo el dinero puede ser creado a su antojo por la banca y los bancos centrales, tal y como se ha visto durante el último semestre, cuando el Banco Central Europeo (BCE) ha creado de la nada la cantidad de seiscientos mil millones de euros, pues el BCE ha comprendido la necesidad que mencionamos más arriba. No obstante, sus estatutos, y también la realidad económica, le impiden filtrar el dinero hasta los actores pequeños: particulares y pequeñas empresas, los cuales quedan desamparados de liquidez.
El problema es que, para que estos nuevos euros lleguen a la gente (que es quien más los necesita), el circuito obliga a pasar a través de los estados, los bancos y las empresas, con grandes pérdidas de tiempo y comisiones en cada uno de los sucesivos escalones. Un tiempo que además se alargaría de forma inaceptable si se pretendiera, como algunos proponen, hacer llegar el dinero a las personas mediante los multiplicadores keynesianos del gasto público.
Precisamente para estas circunstancias fueron creadas las monedas complementarias locales y los circuitos de crédito comercial, de las cuales tenemos como casos de éxito conocidos el Bristol Pound, las Berkshares, el WIR y el Sardex, entre otras. Las monedas sociales y complementarias son instrumentos probados desde hace mucho tiempo y es conocido que sirven para resolver la exclusión económica y social a nivel de los particulares, los autónomos y las pequeñas empresas.
Dinero emitido por la administración cercana o entidades coordinadas con ella.
2020 será recordado como el año en el que todo pudo ser. Temas tabúes como la renta básica universal, aunque con matices, han sido objeto de debate público, y el dinero digital de los bancos centrales (CBDC) está siendo analizado como una opción interesante para resolver las limitaciones de la política monetaria convencional. Es también, para las administraciones periféricas del Estado, el momento de actuar propositivamente emitiendo el dinero que los Estados no pueden proporcionar.
No hace falta que las administraciones se endeuden en euros, ya que es posible emitir dinero sin necesidad de recurrir a ningún prestamista. La respuesta son las monedas complementarias impulsadas por las administraciones locales o por entes comunitarios, asociaciones o fundaciones, en convenio con ellas.
Por ello pensamos que es hora de plantear el debate acerca de un nuevo modelo de dinero digital emitido a nivel cercano a las necesidades, y sobre todo es hora de actuar. La tecnología lo permite y proporciona la solución natural para los problemas de liquidez de las administraciones locales, agilización de los pagos a sus proveedores y para poder atender necesidades sociales imperiosas, algo que con los recursos actuales resulta impensable. Contamos con muchas experiencias exitosas de monedas paralelas que han complementado al dinero legal en épocas de liquidez complicada, aportando el mismo valor que el dinero oficial a la economía local, y además con una clara mejora en su distribución local, de forma más ajustada a las necesidades del territorio y de las personas que viven en él.
Instamos, pues, a todos los agentes sociales y a las administraciones locales (municipios y diputaciones) y autonómicas, a cooperar en la creación y el fomento urgente de nuevos instrumentos monetarios, así como a reforzar los ya existentes. Los más de cincuenta expertos repartidos por toda España que firmamos este manifiesto, el Instituto de la Moneda Social y el Observatorio de la Moneda Complementaria, ofrecemos nuestra colaboración a dichas administraciones. La gran cantidad de casos prácticos que ya existen facilitará una puesta en marcha de nuevas iniciativas en un muy corto espacio de tiempo y a bajo coste. Se necesita, en primer lugar, el apoyo y la iniciativa de las administraciones públicas.
Más información.
En 2013 los expertos convocantes se constituyeron en una «Plataforma IMS» bajo el amparo de la Fundación Ineval, ineval.org, para compartir sus conocimientos. La mayoría forman parte de una asociación civil posterior llamada «Instituto de la Moneda Social», monedasocial.org, y sus realizaciones se encuentran recogidas, en buena parte, en el Observatorio de la Moneda Complementaria, observatoriomc.com.
Web para poder firmar:
https://www.ineval.org/ahora/
Manifiesto en castellano en formato «PDF»:
https://www.ineval.org/[downloads]/MomentoAhora.pdf
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