Vilaweb. Sábado, 9 de junio de 2018.
Dolors Marin: «Lo que hemos vivido juntos nos ha hecho más fuertes».
Hablamos con Dolors Marin, cabeza de lista de la candidatura independentista que participa en las elecciones del Colegio de Psicólogos.
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Dolors Marin, para Vilaweb.
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Per: Redacción.
9-6-2018, 22h.
Hablamos con Dolors Marin, cabeza de lista de la candidatura Psi·R-Un Colegio por la República, que participa en las elecciones del Colegio de Psicólogos, del próximo 12 de junio. La Dolors nos cuenta como el hecho de que el Colegio de Psicólogos se inhibiera de apoyar a Susanna Barreda, compañera de Jordi Sánchez, argumentando que no hacían política, fue el detonante para crear una candidatura profesional, revulsiva en muchos aspectos diferentes. Su discurso crea un hilo conductor que une profesión y país. Con su planteamiento quieren ser un estímulo para que otros profesionales sean activos dentro de las instituciones y hagan de motor de un cambio transversal y profundo.
Como psicóloga nos cuenta como en los últimos meses han notado un incremento de las demandas de atención psicológica debido a la represión. Aconseja poner en común el trauma vivido, hablar y compartir los sentimientos.
–¿Por qué se presenta a las elecciones del Colegio de Psicólogos con una candidatura que quiere remarcar los valores del 1 de Octubre.–
–Todo comenzó, cuando supimos, que nuestra compañera Susanna Barreda, psicóloga no había recibido ningún tipo de apoyo del COPC, a raíz del encarcelamiento político de su marido, Jordi Sánchez, el 7 de octubre. El COPC, no sólo se mantenía mudo, sino que respondía con cinismo que el COPC no hace política. El COPC es un Colegio profesional que hace demasiado tiempo que ha perdido su esencia, no tiene misión ni visión de futuro. Nuestra candidatura ha cogido los valores y los principios fundamentales del 1 de octubre porque quiere devolverle la fuerza de una institución catalana que trabaje por la profesión, los profesionales y el país.–
–¿Cómo le disteis forma?–
–Fue a principios de febrero. En ese momento, éramos un movimiento de psicólogos y psicólogas surgido de la Sectorial de psicología de la ANC, que nos habíamos organizado para devolver el recibo de la cuota del Consejo. Cuando supimos que había elecciones comprobamos que ninguna candidatura defendía nuestras reivindicaciones, incluso nos reunimos con una de estas candidaturas, teóricamente la más cercana a nuestras demandas, pero fue muy decepcionante. Así que decidimos presentarnos. Comenzamos con la cuota del Consejo, pero nos presentamos por mucho más.–
–¿Cuando decís que deseáis un Colegio para la República que queréis decir?–
–Institucionalmente y profesionalmente, la psicología tiene mucho que decir en procesos políticos como el que estamos viviendo, quedarnos al margen es renunciar a la centralidad. Como profesión, esto replantea la concepción misma del rol de la psicología y de sus profesionales en la sociedad. Nosotros queremos superar la grisura y la mediocridad actuales, que se nos imponen los del Colegio. Apostamos por un rol central, protagonista, que sea escuchado y se le espera cuando ocurren eventos de relevancia. La psicología engloba una amplia realidad, prevemos dar voz a las discrepancias, a los diferentes corrientes y en las diferentes posturas políticas. Por otra parte, queremos contribuir a implementar la República proclamada pero no desplegada, a partir de tres ejes: instituciones soberanas, esto quiere decir recuperar el COPC para Cataluña; espacio libre, esto significa un COPC descentralizado que iguale el territorio y se internacionalice y finalmente proceso en manos del pueblo, que significa un colegio en manos de los colegiados.–
–¿Desde el mundo profesional se puede cambiar el país?–
–Si, desde cada profesión es desde donde se debe cambiar el país, porque mientras hagamos lo que hagamos definimos el país, es inseparable. Los estudios estadísticos nos dicen claramente que la población en favor del desarrollo de la República tiene estudios universitarios y son profesionales. Esto quiere decir que los colegios profesionales son viveros claves para poder implementar la República Catalana.–
–Uno de los cambios que presentáis es desvincularos de vuestro equivalente en España. Ahora estáis vinculantes de una forma totalmente dependiente, ¿porque parte de vuestras cuotas van a parar a Madrid? ¿Qué planteáis y por qué?–
–Planteamos recuperar la soberanía. El COPC se fundó, de acuerdo con la ley de Colegios profesionales del 1974, entre 1975 y 1981 y fue soberano hasta que por ley en 2005 se integró en el Consejo Español de la Psicología. desde entonces el COPC pierde hasta la camisa, la profesión y la profesionalidad se resienten. Crece el malestar y la gobernanza del COPC se masculiniza. Desde entonces el COPC vive sometido a este Consejo. Nos requisan 600.000€ al año. Se trata de un pago en concepto de sumisión. La Generalitat en 2006 hizo una Ley de Colegios profesionales donde resituar esta relación entre Cataluña y España. Muchos de sus artículos fueron impugnados. Nosotros planteamos salir de esta relación. No queremos un yugo que nos ahoga y no nos deja ser quienes somos.–
–También habláis de democracia directa y transparencia. ¿Algunos Colegios profesionales se han burocratizado demasiado?. ¿Esta democracia directa que proponéis como puede repercutir en los profesionales?–
–La Ley que regula los colegios es ley de origen franquista, de 1974, y contraviene las directivas europeas. Por ejemplo, cuando se regula la obligatoriedad de colegiación y un sistema de control y de burocracia. Nosotros planteamos ir hacia un modelo europeo. Aunque somos conscientes de que no será fácil ni rápido, ni lo podemos hacer solos. De entrada, lo que sí podremos hacer como Junta de Gobierno será proteger los colegiados que devuelvan el recibo del Consejo, no les abriremos expedientes ni los daremos de baja. Queremos un COPC para los profesionales, esto quiere decir que el colegiado habla y se le escucha; que se le respeta y que recogiendo su demanda se trabaja para dar respuesta. Queremos abrir el COPC y practicar la escucha activa y la empatía con el profesional y sus problemas.–
–¿Y el territorio?–
–También es un tema que nos preocupa. Queremos dar voz al territorio, todos los colegiados deben tener el mismo peso específico tanto si son de la Seu d’Urgell como de las tierras del Ebro. Hasta ahora, en los procesos electorales en Junta de Gobierno, la participación ha oscilado entre un 7% y un máximo del 10%. Queremos revitalizar el COPC, desburocratizarlo, haciendo un verdadero COPC digitalizado.–
–¿De vuestra candidatura destaca el número de mujeres que participan, por qué?–
–Somos un colegio con el 80% de colegiadas. Nuestra candidatura representa este porcentaje con 8 mujeres y 2 hombres. Hay que ser representativos del colectivo. El género marca carácter en la forma y en el contenido, es necesario que se vea en la candidatura. Parecemos muchas, sí, pero eso es porque siempre ha habido un sesgo de género importante en el COPC. Y ahora esta normalidad pasa a ser percibida como algo excepcional. Las mujeres en esto estamos, en la candidatura Psi·R las mujeres hablamos alto y claro, con voluntad de liderazgo para hablar de vida y hacer que la política tenga sentido para la gente, no sentido de estado. Queremos definir la profesión, también desde las instituciones.–
–¿Como profesionales de la psicología qué retos tiene su profesión actualmente?–
–De hecho el gran reto es recuperar la soberanía del COPC, con el objetivo de definir un modelo propio útil para cada ámbito de desarrollo profesional, impulsado y cobijado desde el COPC. La regulación de la psicología en España es un desbarajuste, sobre todo en el ámbito de la Salud. Escasez extrema de plazas (PIR, pestos) que temen por sus puestos de trabajo, o el despropósito de la nueva titulación de Psicólogo General Sanitario. En la psicología clínica, echamos de menos un colegio mediador en los conflictos que pueden existir en el colectivo, para buscar la mejor solución, buscar manera de acreditar aquellos profesionales (Pestos) con amplia trayectoria profesional. También queremos instar ante la administración para la ampliación de las plazas PIR y la creación de la especialidad de la Neuropsicología Clínica. Las otras candidaturas dicen que mágicamente arreglarán esta situación, cuando en gran parte depende de Madrid.–
–...–
–También queremos que se tome conciencia de que somos profesionales titulados universitarios, especialistas en el comportamiento y la conducta humana. Somos un colectivo absolutamente único. Y nos movemos en todos los ámbitos de la sociedad, en el mundo clínico, social y comunitario, educativo, del deporte, de la mediación, del trabajo, etc. Los retos van surgiendo en función de la evolución de la sociedad y de las demandas de las personas (niños, enfermos, mujeres, salud y bienestar laboral, vulnerabilidad y fragilidad, inmigración,...) Hay que estar preparado, formado y ser experto para dar respuesta y un servicio de calidad, de excelencia.–
–¿Desvinculan demasiado nuestra vida política de la profesional?–
–Yo diría que desvincular nuestra faceta profesional de la dimensión comunitaria y política, nos empobrece y nos hace débiles individual y socialmente. Ignorarlo nos hace esclavos de cosas materiales y de ideas nada fecundas. Democracia y política van de la mano y en buenas condiciones cuando entendemos, conocemos y no nos dejemos engañar por las tergiversaciones y manipulaciones del lenguaje hoy prevalente. Forma parte de la salud psíquica y la salud comunitaria. Conciencia individual, conciencia nacional y conciencia cósmica van ligadas. En la Psicología y su ejercicio, no podemos negar a ninguna de ellas. Favorece el intrusismo.–
–¿Su proyecto tiene el impulso de la ANC?–
–Este proyecto ha nacido en el marco y en paralelo de Profesionales por la República de la ANC. Lo planteamos nosotros, para hacer alianzas inter-profesionales al iniciar la acción de retorno de la cuota del Consejo de la Psicología. Estamos haciendo una mata de junco de profesionales, trabajando en red con el deseo de desplegar cuanto antes la República.–
–¿Estos meses seguro que muchos lectores implicados en el movimiento republicano viven todo lo que está pasando con mucha angustia. ¿Qué consejos les darías como psicóloga?–
–Sí, estamos soportando desde hace tiempo un importante desgaste por sobrecarga psíquica. Es duro y muy cansado tener que rehacernos de todo lo que nos llega con voluntad aplastante, cada día. Nosotros hemos notado un incremento de las demandas de atención psicológica por esta causa, las personas afectadas quieren recuperarse de este desgaste, y volver a estar en forma psíquica para seguir haciendo en condiciones su vida diaria. Somos un pueblo resiliente, lo revertimos enseguida todo, y hemos encontrado en el amarillo, el pequeño detalle, el guiño que nos recuerda la luz de nuestra soberanía individual y nacional, en la que no vamos a renunciar. Y como pueblo lo superaremos. Porque la fuerza que nos impulsó a sacar adelante el proyecto del 1 de octubre era tan potente que a pesar de toda la fuerza del Estado, nos ha generado mucho más sentimiento de pueblo. Lo que hemos vivido juntos nos ha hecho más fuertes. Hay que poner en común el trauma vivido, hablar siempre con quienes vivieron el mismo, compartir los sentimientos y hacer piña.–
–¿Qué acogida está teniendo su propuesta?–
–Ha despertado mucho interés, sobre todo en colegiados que no habían votado, que ven en nosotros una oportunidad de cambio real. También ha generado incertidumbre en algunos, que temen por las consecuencias profesionales del proceso de desvinculación del Consejo. Nosotros somos plenamente conscientes de que no se tratará de un proceso sencillo ni rápido, y que habrá que asegurar en todo momento la seguridad del ejercicio de la profesión.–
Enlace a la entrevista original en catalán:
https://www.vilaweb.cat/noticies/els-collegis-professionals-son-vivers-claus-per-a-poder-implementar-la-republica-catalana/
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