El sociólogo polaco Zygmunt Bauman nos advierte que la creciente maquinización y robotización hace que cada vez haya menos trabajo asalariado para los seres humanos. Además, las grandes empresas multinacionales pueden deslocalizar miles de puestos de trabajo con sólo pulsar un botón. Para resolver la subsistencia humana, él propone debatir soluciones sobre cómo los seres humanos se han de «ganar la vida», debate en el que el Centro de Estudios Joan Bardina ha participado desde sus inicios y en el que os invitamos a añadiros.
Equipo del Centro de Estudios Joan Bardina.
Martes, 1 de marzo de 2016.
La Directa. Jueves, 18 de febrero de 2016.
Zygmunt Bauman: «Los ordenadores pueden hacer nuestro trabajo y los seres humanos seremos redundantes».
En el filme «In the same boat», el sociólogo polaco Zygmunt Bauman reflexiona sobre el futuro del trabajo en la era de la computerización y la economía global. Aboga por romper el paradigma según el cual el trabajo debe ser la forma de «ganarse la vida».
Bauman (en el centro) ha estado en Barcelona estos días para apoyar el documental «In the same boat» del director italiano Rudy Gnutti (a su derecha). El filme elabora la idea de «trabajar menos para que podamos trabajar todos». / Bart Grugeon Plana.
Bart Grugeon Plana.
El reconocido sociólogo polaco Zygmunt Bauman ha estado en Barcelona para presentar el documental In the same boat del director italiano Rudy Gnutti, en el que tiene una participación destacada. El filme se estrenó en la ciudad el 17 de febrero en el auditorio del MACBA. La oportunidad de poder ver en directo esta persona tan erudita de 91 años generó mucha afluencia de un público de todas edades, buena parte del cual no pudo entrar en la sala, algo pequeña teniendo en cuenta la expectación que había generado el acto.
El documental elabora la idea de «trabajar menos para que podamos trabajar todos», explica su director. «Con el proceso de automatización que se está produciendo, el 50% de la gente no se podrá integrar en el mercado laboral. Para ello es necesario un cambio urgente y real». Zygmunt Bauman comentó que el documental «es lo contrario del eslogan famoso de Margaret Tachter que decía «No hay alternativa»» (conocido con el acrónimo TINA por sus siglas en inglés: there is no alternative). Esta expresión resume la pretensión de Tatcher de imponer la liberalización de la economía y la introducción del modelo neoliberal en todos los ámbitos de la sociedad como única solución.
Trailer de «In the same boat», el documental que enamora a Zygmunt Bauman y Pepe Mujica (voz en inglés con subtítulos en castellano).
El film In the same boat ha sido producido por Pere Portabella y se estrenará en abril en las salas de cine. Se trata de una película que tiene el potencial de abrir el debate sobre la necesidad de cambiar radicalmente nuestra manera de trabajar y de distribuir la riqueza, de la misma manera que el documental presentado por Al Gore Una verdad incómoda (An Inconvenient Truth, 2006) sobre el cambio climático consiguió romper el silencio o la minimización de la problemática del cambio climático en todo el planeta. El filme cuenta de manera elegante y accesible para todos que el actual modelo de organización del trabajo es una vía que puede llevar a la humanidad al fracaso total, con consecuencias desastrosas, pero a la vez propone alternativas. Invita a explorar nuevos caminos, como por ejemplo la renta básica universal. En el filme, hablan economistas de referencia mundial como Serge Latouche, Tony Atkinson y Mariana Muzzucato, aparte de Zygmunt Bauman.
El sociólogo polaco compareció ante la prensa el día anterior al estreno del documental para explicar con más detalle cómo estamos perdiendo el control sobre nuestro sistema económico. Puso el énfasis en la interdependencia y la interconexión de todas las habitantes del planeta por primera vez en la historia de la humanidad. Como ilustró, no se puede entender la dificultad para encontrar trabajo en Barcelona o en Cataluña sin ponerlo en un marco global. «Haciendo un clic con un botón de un ordenador, se puede decidir trasladar 100.000 puestos de trabajo de aquí a otro punto del planeta donde las condiciones empresariales sean más interesantes. El capital y las finanzas se mueven sin impedimentos, la mano de obra no», sentencia Bauman.
Zygmunt Bauman es un sociólogo de origen polaco que ha puesto el dedo sobre la llaga con su análisis del mundo actual. Ha definido la época del mundo globalizado en que vivimos ahora como «una modernidad líquida», en la que el cambio continuo de nuestras vidas y su consiguiente fragilidad e inseguridad queda como la única constancia, la última «seguridad». Es una idea aterradora, pero el amplio reconocimiento del pensamiento de Bauman parece poner en evidencia que mucha gente se reconoce.
El sociólogo explica que, a partir de la Segunda Guerra Mundial, nos hemos acostumbrado a la promesa de la «pleno empleo». Estar trabajando es la normalidad y el que no trabaja está «des-ocupado», sale de la normalidad de estar trabajando. La política todavía piensa con este paradigma y es incapaz de encontrar una solución. Se basa en la idea de crear las condiciones para generar tantos puestos de trabajo como sea posible, pero la clase política no puede influir en las decisiones económicas. La política tiene un ámbito de acción local, principalmente por países, pero el poder está organizado de manera global y se escapa del control político. Este «divorcio» entre el poder y la política es la clave del problema, según Bauman, y todas nosotras, a toda la sociedad, nos toca la difícil tarea de «reconciliar» el poder y la política.
Para Bauman (en la imagen, con Rudy Gnutti, director del film «In the same boat», del que es protagonista), la idea de «ganarse la vida» se debe abandonar. No se puede condicionar el derecho a vivir a los intereses de la compañía para la que se trabaja / Bart Grugeon Plana.
Bauman insiste en que sólo estamos al inicio del proceso de computerización. No únicamente los trabajos «manuales» pueden ser transferidas a las máquinas, sino también trabajos que requieren «capacidades específicamente humanas». Con gran sentido pedagógico, explica a las periodistas presentes: «En Sillicon Valley, se están desarrollando programas para sustituir los periodistas y los profesores universitarios: tanto vosotros como yo seremos redundantes en un futuro. No podemos competir con las máquinas porque nos ganan en todos los ámbitos: hacen menos errores, no hacen huelga, no piden aumento de sueldo...».
Así pues, con este panorama, ¿qué soluciones tenemos? Bauman no pretende ser ningún profeta, simplemente llega a las conclusiones observando atentamente cómo vivimos hoy en día. «Yo os puedo explicar la situación donde estamos ahora, pero sus soluciones valen tanto como las mías. Pero lo que está claro es que si continuamos de la manera como lo estamos haciendo ahora, tarde o temprano nos veremos forzados a tomar medidas drásticas que harán mucho daño. Debemos cambiar el rumbo de nuestra manera de vivir y de trabajar. Creo que sería mejor que nos sentáramos todos en una mesa y que compartiéramos nuestro conocimiento y sabiduría para buscar soluciones razonables».
Entrando en detalles sobre el cambio de rumbo, Bauman ve que el elemento clave es desvincular el trabajo de los ingresos. La idea de ganarse la vida se debe abandonar. No se puede condicionar el derecho a vivir a los intereses de la compañía para la que se trabaja. Hay que pensar en otras maneras de distribuir la riqueza. La economía mundial puede generar riqueza para todos y la computerización y la robotización se pueden vivir como un sueño que nos libera de trabajos desagradables. Pero el gran dilema es cómo distribuir la riqueza que genera la automatización porque, si al final las propietarias de las máquinas son dos personas que acumulan toda la riqueza, ¿que debe hacer el resto del mundo? La idea de la renta básica universal, que quiere garantizar un ingreso mínimo para cualquier ciudadana como derecho básico, puede ser una pista a desarrollar, pero Bauman se muestra humilde y ve que las soluciones deben ser el resultado de un diálogo abierto.
El veterano profesor encomienda una tarea extremadamente difícil a las nuevas generaciones. Seguramente, es plenamente consciente de lo que está en juego (en algún momento de su intervención admitió que, «si los humanos seguimos como estamos haciendo ahora, en algún momento nos podríamos autodestruirnos») y, por ello, se quiere sacrificar, a sus 91 años, a viajar por el mundo para explicar sus ideas. La conferencia tiene un tiempo limitado porque Bauman admite que es «una persona vieja y cansada». Pero la lucidez y convicción con que habla retan a aceptar la tarea que propone.
Enlace del artículo original en catalán:
https://directa.cat/actualitat/Zygmunt-bauman-ordinadors-poden-fer-nostra-feina-essers-humans-serem-redundants
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