El Punt Avui+. Lunes, 1 de mayo de 2017. Página 4.
Opinión. Punto de vista. Tribuna.
¿Incineradora en Juneda?
Xavier Garcia Pujades. Periodista y escritor.
La semana pasada, en el Parlamento, se debatió el proyecto que la empresa Tracjusa, de Juneda (Garrigues) ha presentado para construir en este pueblo una planta incineradora de residuos industriales y urbanos en sustitución del combustible de gas natural que usaba hasta hace poco para obtener energía de las deyecciones ganaderas, los polémicos purines que tanta contaminación subterránea han ocasionado en las comarcas rurales. La cuestión es que, a pesar de la insistencia de los grupos locales en la defensa de la prevención, reutilización y reciclaje de los residuos, la Generalitat, a través de la Agencia de Residuos de Cataluña –dirigida por Josep M. Tost, al que una treintena de entidades han pedido la dimisión en el Manifiesto de les Borges Blanques– parece apostar, seguramente con la connivencia de empresas del sector, para favorecer la incineración en detrimento de otros procedimientos más cualificados ecológicamente.
«¡Quemar residuos es un mal negocio para la salud!», Dice el citado manifiesto, que añade que el negocio es para los que lo promueven. Y así lo ven, también, las treinta entidades de Cataluña (Coordinadora Catalana contra la Incineración, la Estrategia Catalana Residuo Cero, el Centro de Ecología y Proyectos Alternativos (CEPA), la Plataforma de Juneda, la Federación Ecologistas de Cataluña, el GEPEC (Camp de Tarragona), Ipcena (Lleida), el Centro de Análisis y Planificación Sanitaria (CAPS) y movimientos locales de Els Monjos, Montcada i Reixac, Cruïlles (Baix Empordà), la Garriga, Garraf, la Segarra y el Valle del Ges), una representación de las que expuso a la prensa, en el Parlamento, las motivaciones que los llevan a denunciar el programa de gestión de residuos de Cataluña hasta 2020, en que se favorece el vertido y la producción de combustibles derivados de residuos para la incineración, con un 86% de inversión, de un total de 370 millones de euros. Igualmente, se reclama un modelo de gestión basado en la Estrategia Residuo Cero, que ya está estudiada para este conjunto de entidades, que se han puesto en contacto con varios grupos parlamentarios (CSQP y la CUP), para que presenten mociones y enmiendas tendentes a cambiar la orientación del referido programa de gestión.
El caso de la posible planta incineradora en Juneda –como los anteriores en otros lugares– es especialmente conflictivo en una comarca como las Garrigues, bien conocida por la producción de aceite de calidad, donde se prevén incinerar 90.000 toneladas de basura, 75.000 de las cuales provenientes del área de Barcelona. En este momento de clamor mundial para detener el cambio climático no es sensato pretender resolver la problemática residual con estos medios, vertiendo la mierda de los grandes núcleos urbanos en comarcas que no la han cagado, tal como se propuso, en 1990, en plena época Pujol, en la Conca de Barberà (vertedero de Forès) y en el Alt Camp (incineradora del Pla de Santa Maria), fuertemente contestados por la población. En las Garrigues y en el Urgell se están preparando para seguir el ejemplo.
Enlace del artículo original en catalán:
http://www.elpuntavui.cat/opinio/article/8-articles/1126856-incineradora-a-juneda.html
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