Canal 3/24. Domingo, 11 de Noviembre del 2018.
Por qué el móvil sólo te durará dos años.
«El móvil es el aparato más sencillo para aplicar la obsolescencia programada», asegura el presidente de la Fundación FENISS.
Victoria Miró.
¿Cuántos años hace que tienes el móvil? ¿Te funciona bien? Si ya ha superado los 24 meses de uso y continúa a pleno rendimiento, estás de suerte. La mayoría de móviles no supera los 2 años de vida útil. Y el motivo hay que buscarlo en la obsolescencia programada.
Por primera vez en la historia, Apple y Samsung han sido multadas por ralentizar deliberadamente sus terminales. La Autoridad Italiana de la Competencia las multó con 10 y 5 millones de euros, respectivamente. Pero la práctica estaría mucho más extendida.
«Todos los fabricantes de móviles practican la obsolescencia programada», asegura Benito Muros, presidente de la Fundación FENISS, que lucha contra la obsolescencia programada.
Según Muros, los fabricantes practican la obsolescencia sobre todo a través del software.
«¿Por qué actuar con materiales deficientes si es mucho más eficaz hacerlo a través de las actualizaciones?»
De hecho, este es el motivo por el que se ha castigado Apple y Samsung, para empujar a los usuarios a descargarse actualizaciones del sistema operativo que empeoraban el funcionamiento de sus teléfonos móviles. En el caso de Apple la multa fue doble por no informar que determinados hábitos de los clientes podían perjudicar la batería de litio.
¿Como introducen los fabricantes la obsolescencia programada?
Según Muros, los fabricantes de móvil lo tienen mucho más fácil que con los electrodomésticos como una nevera, un microondas o un lavavajillas.
«El móvil es el aparato más sencillo para aplicar la obsolescencia programada porque están todo el día conectados a la red. Nos envían actualizaciones de software, y cuando las instalamos funcionan como una especie de virus que ralentiza el móvil. Las aplicaciones van mucho más lentas, la batería comienza a desgastarse de una forma inusual y hasta que nos cansamos.»
Los usuarios tienen asumido que desde el momento que compramos un móvil se activa una particular cuenta atrás y que nunca más volverá a funcionar como el primer día:
«Noto que me empieza a dar errores técnicos, como pequeñas paradas.»
«Me cambio cuando la batería se descarga muy rápido y me fastidia.»
«Antes los móviles duraban mucho más. Si los Nokia los tirabas al suelo y ni se rompían»
Los fabricantes conocen a través del IMEI del aparato la fecha en que se hizo la primera llamada y, según los expertos, comienzan a incentivar su caducidad a partir del lanzamiento de un nuevo modelo.
En los talleres de reparación notan que cada vez les llegan teléfonos que duran menos y son más difíciles de reparar. Dicen que comprar caro tampoco es garantía de nada. «Un móvil de 100 euros, o uno de 1.000, duran prácticamente lo mismo», afirma Eduardo Estrada, que repara móviles desde hace más de 10 años en el taller Doctor Móviles.
«Apple y Samsung están en el podio de los que practican la obsolescencia programada. En cambio, HTC fabrica con un estándar de calidad por encima de la media y su diseño es más fácil de reparar», afirma.
Para él, los nuevos dispositivos tienen cada vez más trabas. «Antes era muy fácil cambiar una pantalla. La cambiaba cualquiera y se hacía en un momento. Ahora no. Por ejemplo, para cambiar una batería, seguramente deberás desmontar toda la placa base para acceder.»
Denuncia que los fabricantes lo hacen así para encarecer las reparaciones y hacerlas más lentas para hacer desistir a los usuarios. «¿Quién puede permanecer 15 días sin móvil hoy en día? A nosotros se nos exige repararlo al momento.» También lamenta dificultades para conseguir piezas originales para tener un recambio pasados los dos años de garantía, y como las han de obtener de móviles que los clientes han dejado de usar y pueden desmontar.
Según los últimos datos de Kantar World Panel, desde que las operadoras dejaron de regalar móviles como estrategia para captar nuevos clientes, los usuarios se miran más a la hora de cambiarlo. Pero la frecuencia no ha cambiado sustancialmente: En Estados Unidos, los usuarios se cambian de teléfono de media cada 22,7 meses; en China, cada 20,2 meses, y en Europa, cada 21,6 meses. En España, la frecuencia es alta: 20,5 meses.
Estrada considera que la kryptonita de un teléfono móvil es la batería.
«Está programada para ser cargada entre 600 y 800 veces. Es decir, que está previsto que la avería quede fuera del periodo de la garantía. Luego está el conector de carga, que desde el primer día no está cubierto por la garantía. Pero el problema más común es la pantalla.»
También advierte que hay carcasas que impiden disipar el calor y que esto acorta la vida útil de los componentes.
Para Muros, la multa a Apple y Samsung «es simbólica, pero supone un primer paso adelante».
En Europa, sólo Francia e Italia han legislado contra la práctica de la obsolescencia programada a pesar de la existencia de una directiva europea que insta a los países miembros a promover prácticas para luchar contra el actual modelo «comprar, tirar, comprar», un modelo insostenible para el medio ambiente.
Las principales asociaciones de consumidores, como FACUA, reclaman una ley al Estado que sancione la obsolescencia programada. Además, FENISS también propone subir la garantía de los móviles de los 2 a los 5 años, y promover una etiqueta para señalar si un aparato es reparable.
¿Qué pueden hacer los usuarios?
«Los usuarios no intervenimos en la vida útil del móvil. Duran tan poco porque sencillamente están diseñados para durar poco», afirma tajante el presidente de la Fundación FENISS.
«Si se diseñaran para que se pudieran reparar y actualizar de forma eficaz los móviles podrían durar de 10 a 15 años, o más sin problemas», añade. Y recuerda el fabricante Fairphone, un móvil que está diseñado siguiendo estos criterios y que tiene 5 años de garantía.
«A ningún fabricante le gusta que nosotros trabajemos para que ellos dejen de vender y si dejan de vender, dejan de ingresar», concluye Estrada.
Conocer las estrategias de las empresas es un primer paso para hacer frente a la obsolescencia programada. En este sentido, hay un tipo de caducidad que no se instala en nuestros dispositivos sino en nuestro cerebro. Los usuarios pueden tenerla en cuenta: Es la obsolescencia psicológica, la percepción que nuestro móvil ya es viejo y que hemos de comprar uno nuevo.
Enlace de la noticia original en catalán:
http://www.ccma.cat/324/per-que-el-teu-mobil-nomes-et-durara-dos-anys/noticia/2886191/
Enlace del sitio web de la Fundación FENISS:
http://feniss.org
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