Sonreir a pesar de la crisis.
La Vanguardia. Martes, 8 de Noviembre de 2008.
Sonreir a pesar de la crisis.
Tal vez soy de las pocas personas que se sonríen con la crisis a pesar de llorar cada mañana cuando paso frente a un grupo de trabajadores «pidiendo» a gritos «queremos trabajar» ante el despido de su empresa. Héroes vapuleados por el huracán de la historia, como consignó Walter Benjamin. Y sonrío porque pensé que no lo vería. Sin saberlo, he soñado muchas veces la propia autodestrucción del sistema neoliberal. Parece que llega y que todos los políticos buscan salvarle... quisiera saber como evitar que utilicen mis «impuestos» para ello.
La especulación financiera rompe el «quebrado» de una sana economía según el modelo que sencillamente presentó Agustí Chalaux en que los bienes (numerador) deben dividirse por el dinero circulante (denominador) con un resultado de uno. Aumentar uno u otra provocará la inflación o deflación. Hemos especulado creando moneda que no corresponde a un producto, enriqueciendo a unos poco y endeudando a muchos.
Estos días me pregunto ¿y qué hacer? Parece ser el momento idóneo para que los que nos creemos la teoría denominada «izquierda» presentemos un modelo alternativo... ¿por qué sólo parece haber silencio o continúa haciendo análisis –en el mejor de los casos crítico–, de lo que está pasando? Rosa de Luxemburg pedía a los trabajadores provocar el cambio. Una utopía tal vez, pero si la gran mayoría de nosotros (que vivimos de lo que nos dan por una valoración miserable de nuestro esfuerzo diario y hemos caído en el consumismo que nos han inyectado hasta endeudar nuestros hogares) nos levantáramos para decir «basta» y nos decidiéramos a organizar tal vez una huelga general que obligase (al mínimo porcentaje de ricos empresarios que domina nuestro planeta) a distribuir la acumulación de sus bienes... ¿Se cumpliría mi sueño?
Me sonrío tal vez, porque ya era hora que sufriéramos los ricos, porque si hoy puedes leerme es porque eres del pequeño porcentaje de la población mundial que tiene estudios, que seguramente puede comer más de una vez al día, que no has tenido que arriesgar tu vida para emigrar en busca de mejores condiciones de vida... porque hoy nos toca sufrir lo que durante muchos años han sufrido la gran mayoría y que seguramente hoy no entienden por qué hablamos tanto de crisis, porque ellos la viven cada día, desde que nacieron en un país empobrecido de alguna forma por nosotros mismos.
Me sonrío porque tal vez ahora nos veamos obligados a acordarnos de ellos y a desacomodarnos de nuestro –hasta antes del comienzo de nuestra crisis– habitual cómodo vivir.
Enlace del artículo original en castellano:
https://www.lavanguardia.com/20081108/54061330240/sonreir-a-pesar-de-la-crisis-alejandra-reyes.html
Alejandra Reyes | Barcelona | Martes, 8 de Noviembre del 2008 | Actualizada a las 07:31.
