Decretos Ley para una constitución del siglo XXI.
Decreto Ley 50. Defensa nacional y seguridad interior.
Exposición de motivos:
Hace falta no tener miedo de abrir los ojos
del pueblo sobre el problema permanente:
1. de la violencia, sobre todo de la organizada;
2. de la fuerza sucia insolentemente segura de su victoria inmediata;
3. de los poderes militaristas e imperialistas, tanto propios como
extraños, bajo la férula del dinero anónimo
y de la plutarquía indígena y mundial;
4. de la tiranía o confusión estatista del Estado
y de la Justicia; (que es lo que hay ahora).
5. de la tantas veces sutil y venenosa «burrocracia» omnisciente,
omnipresente, omnipotente; (que es la que
hay ahora).
6. del despotismo omni-terrorista, sobre todo por parte de la «burrocracia»
estatista y de los sistemas policíacos que aquella genera.
La paz no consiste en entregarse, pies y
manos auto-atados por ideologías y afectivologías
pacifistas, a estos enemigos del hombre libre y del ciudadano responsable.
Es necesario defender la paz con el coraje pero sobre todo con inteligencia:
los pueblos prefieren la esclavitud al suicidio y al genocidio.
Y en esto tienen razón. Ningún militar digno de este
nombre, continuará una guerra técnicamente y moralmente
perdida: preferirá sacrificarse él personalmente;
de su técnica defectuosa y de la baja moral de sus ejércitos,
él sabe que la culpa es exclusivamente suya, por no haber
sabido intercomunicarse, inter-fundirse con el pueblo.
La paz interna y externa de una comunidad
geopolítica se defiende con unos ejércitos y unas
policías inteligentemente capaces de inspirar respeto a los
violentos, a los partidarios de la fuerza bruta. (Agustí creía en el espíritu militar noble.
No todos los militares son unos fachas. Cuando le decían
que el militar es un asesino contenido, él contestaba que
no siempre. Respondía que ha habido militares nobles. Distinguía
entre militares y militaristas).
Para esto hace falta:
§ Artículo 1. Técnica
§ Artículo 2. Mando;
§ Artículo 3. Armamento.