Introducción a los Ciclos Económicos.
El ciclo bursátil.
A. Tendencia primaria alcista «The Bull Market».
I- Fase de «acumulación».
- La economía está en el peor momento del ciclo económico
corto y los beneficios de las sociedades son muy bajos (o hay pérdidas)
y las expectativas de los empresarios son muy pesimistas. El paro es muy
elevado y la tasa de inflación está llegando a niveles bastante
bajos.
- El gran público, que ha perdido mucho dinero en la fase bajista
anterior, no quiere ni oír hablar de la bolsa. El volumen contratado
es mínimo. Los «parquets» están vacíos
de gente y las cotizaciones salen en los diarios (si salen) en algún
rincón de la sección económica. Las instituciones
(es decir, bancos y cajas de ahorro, fondos de pensiones, sociedades de
cartera y grandes inversores en general) se van dando cuenta progresivamente
que si la economía va mal, es por otro lado, altamente improbable
que empeore todavía mas; es decir, se dan cuenta que «se ha
tocado fondo» y por lo tanto comienzan a colocar «el cesto
abajo» (dando órdenes a los agentes de comprar todas las acciones
cuando la cotización caiga por debajo de un determinado cambio,
sin presionar, en ningún momento, los precios hacia arriba).
II- Fase de «liquidez».
- Habiéndose reducido subtancialmente la tasa de inflación,
el gobierno, en un intento de reanimar la economía, comienza a llevar
a cabo medidas de política económica de signo expansivo.
La combinación de una tasa de inflación muy baja y una cierta
expansión monetaria dará lugar a tipos de interés
nominales muy bajos. A pesar de la anterior, la economía nacional
continuará en la fase de depresión del ciclo económico
corto.
- La fuerte caída de los tipos de interés reduce la rentabilidad
de la renta fija y esto da lugar a trasvases de dinero hacia la renta variable.
Como que las «instituciones» ya llevan un cierto tiempo «limpiando
papel de los parquets», comienza a haber, en las cotizaciones vigentes,
una cierta escasez. Ambos factores tienen como resultado que las cotizaciones
comiecen a subir.
III- Fase «fundamental».
- La inflación continúa baja y también los tipos
de interés nominales. Ahora bien, la coyuntura económica
ya va mejorando. Las ventas de las empresas van aumentando (y también
sus beneficios): primero, las que producen bienes de consumo y, cuando
ya trabajan a plena capacidad, aumentarán las ventas de las empresas
que producen bienes de inversión (equipos industriales, construcción,...
etc.).
En la medida en que:
-
Se van obteniendo noticias confirmando la recuperación económica
y los balances (y cuentas de explotación) de las empresas van presentando
cada vez mejor aspecto.
-
Va corriendo la noticia que en la bolsa se está ganando mucho dinero
y...
-
Los medios de comunicación comienzan a fijarse en la evolución
de la bolsa...
Una masa creciente de dinero se dirige al mercado de renta variable, provocando
una alza sostenida y generalizada de las cotizaciones (y en un grado mas
elevado las de aquellas sociedades en mejor situación económica).
IV- La inversión de la tendencia primaria: la fase especulativa.
- La economía nacional está dentro de una fase de «boom»
(dentro del contexto del ciclo corto). Casi todas las empresas trabajan
a plena capacidad, a pesar de los planes de ampliación de la capacidad
de producción que ja se han llevado a cabo. Todos los negocios van
bien.
El paro ha bajado considerablemente. No obstante, la inflación
comienza a mostrarse como un peligro creciente. Los sindicatos, ante la
pérdida de poder adquisitivo de los salarios y de la situación
de pleno empleo (que les da una gran fuerza en la negociación de
los convenios laborales), presionan para obtener salarios mas elevados.
Los empresarios ofrecen escasa resistencia porque, en una situación
donde la demanda de sus productos es tan fuerte, pueden trasladar fácilmente
estos incrementos de costos en precios mas elevados.
- La bolsa ya hace tres o mas años que está subiendo.
En estos momentos una gran parte de la población ya se ha enterado
del hecho y dedica sus ahorros a la compra de acciones, esperando obtener
las plusvalías que los que entraron mucho antes ya han obtenido
(la rentabilidad por dividendo es, en estos momentos, ya muy baja debido
a la altura de las cotizaciones). En esta fase todos los medios de comunicación
siguen atentamente la evolución de la bolsa (y se alcanza el punto
que, en algunos días, pasa a ser noticia de primera página
en los diarios). Todo el mundo, incluso la gente de ínfima cultura
financiera, se siente animado a comprar acciones, frecuentemente de alguna
sociedad de la que desconoce e incluso que produce (algunos de ellos, incluso,
después de algunas ganancias, quedan convencidos que son, por alguna
causa inexplicable, auténticos expertos finacieros no descubiertos
hasta ahora).
Por otro lado, las «instituciones» viendo que:
-
Los beneficios de las empresas han llegado a un nivel anormalmente alto
y...
-
La evolución de la tasa de inflación es una amenaza creciente
a la continuación del buen momento económico, van vendiendo
las acciones de sus carteras (compradas frecuentemente a la primera y segunda
fase), vigilando que sus ventas no hagan caer mucho las cotizaciones (por
esto, algunos expertos bursátiles llaman también en esta
fase como «fase de distribución»).
Esto provoca que las acciones de las mejores sociedades, a pesar de la
enorme cifra de compras por parte del público, muestren una creciente
resistencia a subir. Entonces «el hombre de la calle» se lanza
sobre las acciones de las sociedades en peor situación económica
y, que por este mismo motivo habían subido muy poco hasta este momento,
haciendo que sus cotizaciones comiencen una alza sorprenentemente fuerte.
No hace falta decir que, en esta fase, los «parquets» bursátiles
son llenos a rebosar y los volúmenes contractados son tremendamente
elevados (recordemos que en la fase de acumulación la sala de contratación
estaba desierta y el volumen negociado era muy pequeño).
B. Tendencia primaria bajista («The Bear Market»).
V- Fase de bajada fuerte.
Cuando el dinero «fresco», que entra en bolsa, ya ha empezado
a disminuir y el mercado ya lleva un tiempo oscilando bruscamente, sin
una tendencia definida, y con unos volúmenes de contratación
fortisimos,... comiezan a surgir dudas entre los especuladores profesionales
sobre la continuidad del proceso alcista. Estas dudas se resuelven, normalmente,
con la venta acelerada de sus carteras. Esto es la gota de agua que desborda
el vaso: la bajada se hace vertical, y mas fuerte relativamente en las
acciones de sociedades en situación económica no demasiado
buena (ya que los especuladores profesionales, en estos momentos, tienden
a vender estos tipos de títulos y a mantener los de las buenas sociedades).
El gran público no cree que una nueva tendencia bajista ya ha
comenzado, sino que lo toma como un «diente de sierra», como
una bajada transitoria que hace el mercado antes de recuperar su antigua
tendencia alcista. En consecuencia, no vende, sino que, quizá, todavía
compra un poco mas. En esto no es el único equivocado: los medios
de comunicación, en general, caerán en el mismo error de
perspectiva y tendrán el efecto de reasegurar al gran público
que su punto de vista es correcto (el viejo error de pensar que «tanta
gente a la vez no se puede equivocar»).
VI- Fase de «goteo».
- La inflación es tan elevada (por la histeria reciente del país)
que el gobierno comienza a hacer una política económica de
signo restrictivo. Los tipos de interés nominales, que ya habían
empezado a subir en la fase «especulativa» debido a la elevada
demanda de crédito entonces existente, suben ahora todavía
mas por la política monetaria de signo restrictivo que el gobierno
lleva a cabo. La tasa de inflación comienza a bajar, pero el paro
comienza a aumentar, las ventas de las empresas a caer y los beneficios
a reducirse (incluso, en algunos casos, transformándose en pérdidas):
la recesión económica es ahora evidente para todos.
- El gran público sufre un enorme desencanto. No obstante se
resiste a vender porque:
-
Confía en volver a ver las cotizaciones a las que compró
(y entonces vender y «quedar en paz») y...
-
Piensa, erróneamente, que mientras no venda no hay pérdida.
Ahora bien, en la medida en que algunos irán necesitando el dinero,
en un contexto de crisis económica, irán vendiendo, y así
provocando el lento y largo descenso de las cotizaciones conocido como
«goteo». Estas ventas sin esperanza se prolongarán hasta
la primera fase del nuevo ciclo alcista (la fase de «acumulación»).
En este momento estarán proporcionando la contrapartida a las instituciones
que, lentamente, ya estarán comenzando a comprar, iniciándose
un nuevo ciclo.