Conversión de gas en electricidad.
El transporte del gas para consumo humano a cada una de las edificaciones donde se suministra puede resultar peligroso porque las conducciones que lo traslada se van deteriorando con el tiempo, hay que cambiarlas de vez en cuando, forzando en algunos casos a la apertura de las aceras de las calles, y el gas, al ser un producto volátil e inflamable, puede producir escapes que acaben envenenando por asfixia personas y animales o provocar explosiones.
La solución propuesta por Agustí Chalaux es convertir el gas en electricidad mediante centrales situadas allá donde llegue el gas, que aprovechen al máximo la energía que se genera para, a continuación, distribuir la electricidad resultante a las sedes de las empresas y a los hogares de los particulares.
Chalaux también llegó a describir que el transporte de electricidad con menor pérdida de energía se puede hacer no mediante líneas elevadas de alta tensión, sino mediante conducciones sepultadas a muy baja temperatura, las cuales generan menos problemas de salud y alteraciones del paisaje.
Propuesta relatada por Agustí Chalaux de Subirà (1911-2006), recuperada por Brauli Tamarit Tamarit.