Nuevos apartados:
Dolors Marin Tuyà.
Artículos publicados en la revista Penedès Econòmic.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el diario Avui, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979, traducidos al castellano.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el rotativo Mundo Diario, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979.
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Publicaciones:
Lluís Maria Xirinacs.
Agustí Chalaux de Subirà, Brauli Tamarit Tamarit.
Agustí Chalaux de Subirà.
Agustí Chalaux de Subirà.
Agustí Chalaux de Subirà.
Magdalena Grau Figueras,
Agustí Chalaux de Subirà.
Martí Olivella.
Magdalena Grau,
Agustí Chalaux.
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F. PROPUESTAS
SOBRE EL SISTEMA ECOLÓGICO Y EL SISTEMA POLÍTICO
F01.
Sería muy interesante que se realizara un Referéndum
Mundial, o plebiscito, o extendida consulta popular, en relación
a las grandes problemáticas del siglo XXI, y en relación
por ejemplo al cambio climático y a las medidas que podrían
tomarse para atenuarlo. Allí obviamente y luego de ciertas
apreciaciones técnicas, se podría consultar sobre
las reducciones de emisiones que deberían respetar todos
los países (desarrollados y periféricos), y por cierto
también sobre lo que debería imponerse a las principales
empresas transnacionales. Se podría consultar también
sobre quienes deberían financiar las acciones que se decidieran,
y como deberían administrarse esos fondos. Otros asuntos
de consulta, podrían ser la creación de un Tribunal
Internacional de Justicia Climática, y/o la concreción
de una Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra,
y/o la necesidad de introducir grandes cambios en el actual entramado
financiero, etcétera, etcétera. Naturalmente, para
que la propuesta fuera viable y los resultados obtenidos fueran
significativos y útiles, sería necesario desarrollar
una muy buena y detallada metodología. Internet y la adquisición
de datos a distancia, naturalmente deberían estar involucrados
en este asunto. Y en cuanto a las respuestas obtenidas, necesariamente
deberíamos calificarlas de alguna forma, pues no sería
lo mismo tomar como válidas las respuestas de una persona
que a lo largo de la propia entrevista se contradice, y en el mismo
nivel tomar los retornos de un entrevistado que actúa con
gran coherencia y aparente idoneidad técnica. En fin, las
dificultades técnicas, metodológicas, y financieras,
de algo parecido a lo que aquí se está planteando,
obviamente serían muchas, pero por cierto, muy interesante
también sería poder hacer consultas de este estilo.
Tenemos que ir acostumbrándonos a la idea que las opiniones
de los comunes, las opiniones de los llamados ciudadanos de a pie,
también son potencialmente muy interesantes e importantes,
y que podrían ellas ser fuente de orientación y de
toma de decisiones.
F02. Hay que convencerse.
La nave planetaria en la que vivimos es una sola. Y los problemas
del hábitat no reconocen las fronteras políticas de
los países del mundo. El medio ambiente terrestre puede alterarse
debido a acciones humanas y también debido a razones naturales,
y tanto las unas como las otras pueden afectar negativamente a los
grupos humanos. Y por lo general, las problemáticas medioambientales
son de tipo global, o por lo menos tienen incidencia en vastas regiones
planetarias. No hay otra pues que encarar esta cuestión con
un enfoque global y mundial, pero la actual gran autonomía
política-económica-social de los países, unida
a las debilidades tanto del derecho internacional como de las organizaciones
internacionales, nos están enfrentando a situaciones muy
difíciles, peligrosas, y complejas. Cierto, los modos de
producción inciden sobre esta cuestión. Cierto, las
modalidades de consumo y la estructura financiera también
inciden. Cierto, el crecimiento de la población humana también
ejerce su cuota de presión. Pero las mayores dificultades
en cuanto a dar adecuada y coordinada solución a este asunto,
son sin duda de tipo político, y derivadas principalmente
de las grandes disparidades de población y de recursos de
los distintos países, de las grandes diferencias en cuanto
al poderío de los países del mundo así como
a sus respectivos y elevados grados de autonomía, y también
a la ausencia de adecuados ámbitos de resolución de
conflictos a nivel internacional. No hay otra pues que ir creando
ámbitos internacionales de entendimiento que sean cada vez
más ágiles, justos, razonables, y vinculantes. Y en
materia medioambiental, sin duda será necesario crear un
Consejo de Seguridad Medioambiental Mundial (CSMM), con amplios
poderes de propuesta y de resolución, con amplias facultades
que se encuentren por encima que las que puedan ejercerse desde
ámbitos nacionales, y que entre otras cosas impulse un nuevo
Contrato Medioambiental Mundial, que fije claramente las obligaciones
a las que se deben someter los distintos países. Claro, la
creación de nuevos ámbitos internacionales de entendimiento
y el fortalecimiento de los ya creados, no es algo que se pueda
resolver de la noche a la mañana; en esta materia será
necesario desarrollar un proceso de cambio, progresivo y paulatino,
que deberá ser analizado y estudiado muy en profundidad,
y cuya caracterización excede largamente lo que se pueda
esbozar en una recomendación del tipo de la que aquí
nos ocupa.
F03. Dentro de un enfoque
general similar al establecido en la recomendación anterior,
también considerar la posibilidad y necesidad de creación
de una Autoridad Internacional que oriente y regule el manejo de
la Energía y del Agua. Estos dos elementos son demasiado
importantes, y esenciales para la vida y para el desarrollo económico
y social de los pueblos, y por cierto en esta materia no debe dejarse
la conducción y regulación a lo que resulte de la
fuerza de las armas, o de la simple y desigual negociación
que pudiera resultar de los ámbitos diplomáticos tradicionales.
Un ámbito de discusión y de resolución de tipo
internacional se revela entonces como absolutamente imprescindible.
Las resoluciones emanadas de este ámbito deberían
ser vinculantes y encaradas con enfoques predominantemente técnicos,
y los incumplimientos y daños deberían dar lugar a
sanciones de tipo económico, materializadas a través
de un sistema financiero internacional que se base en moneda digital
propia, en moneda digital no directamente anclada a canastas de
monedas nacionales o a canastas de precios de principales producciones.
F04. Creación
de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental,
que tenga la capacidad jurídica vinculante de prevenir, juzgar,
y sancionar a los Estados, y a través de estos incluso a
las empresas y a las personas que, por acción u omisión,
contaminen y provoquen cambios climáticos negativos y/o daños
al hábitat. Un ámbito de justicia como el indicado,
deberá ser establecido como respuesta a la falta de voluntad
política de los países desarrollados, para cumplir
de manera efectiva sus compromisos y obligaciones establecidos en
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático y el Protocolo de Kyoto, y frente a la inexistencia
de una instancia legal internacional que adecuadamente prevenga
y sancione todos aquellos delitos y crímenes climáticos
y ambientales, que atenten contra los equilibrios de la naturaleza
y contra los propios derechos de los grupos humanos, que atenten
contra los llamados derechos de la Madre Tierra y de la humanidad.
F05. La Declaración
de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe
ser plenamente reconocida e implementada, y también integrada
en las negociaciones de cambio climático. Una buena estrategia
y acción para evitar la deforestación, así
como la degradación de la selva y de los bosques nativos,
es al menos en ciertas regiones reconocer los derechos colectivos
sobre tierras y territorios. Hay que considerar que buena parte
de los bosques y selvas están en territorios de pueblos y
naciones con tradicionales asentamientos indígenas, comunidades
campesinas y frecuentemente de larga data, que a lo largo a veces
de centurias han demostrado que son capaces de llevar adelante un
adecuado manejo de los recursos naturales. En ánimo de supuestamente
defender un desarrollo económico general, a veces se entregan
extensas zonas de selva o de hábitats complejos y delicados,
para grandes explotaciones mineras, o para producciones muy mecanizadas
y extensivas, o para algún tipo de mega-estructura o mega-proyecto,
emprendimientos eestos que pasan entonces a ser administrados por
técnicos y empresarios que no son lugareños y que
no se sienten comprometidos con la región y a veces ni siquiera
con la nación que los acoge. Y esto debe ser muy tenido en
cuenta por las autoridades nacionales a la hora de otorgar las autorizaciones
correspondientes, por más informes técnicos que se
presenten, por más estudios de impacto que se interpongan,
por más ventajas económicas que se destaquen. Quienes
no se sienten comprometidos con un lugar, quienes son extranjeros
en esas tierras, muchas veces pueden actuar como depredadores: llegan,
se alimentan, y luego toman vuelo dejando atrás el cadáver.
Por cierto, tampoco se puede negar el progreso y la tecnificación
con carácter general. Lo que aquí se está solicitando
es ser muy cuidadoso con las autorizaciones, pues con frecuencia
hay daños escondidos que luego son muy difíciles de
revertir. Y por otra parte, las autorizaciones no deben ser una
patente para suavizar responsabilidades. Si hay daños directos
o indirectos fruto de accidentes o de errores de evaluación
o de problemas de impacto, o por la razón que sea, son los
causantes que rápidamente deberán compensar económicamente
por dichos daños y en forma adecuada, y las autoridades nacionales
y la justicia, y en caso de omisión la propia comunidad internacional,
serán quienes deberán velar para que estas compensaciones
sean implementadas en monto, tiempo, y forma.
F06. Constituir un
Tribunal Internacional de Conciencia para denunciar, hacer visible,
documentar, evaluar, e incluso juzgar y sancionar las violaciones
de los derechos de los(as) migrantes, refugiados(as), y desplazados(as),
tanto en los propios países de origen como en los países
de tránsito y destino, identificando claramente las responsabilidades
de los Estados, las compañías, y otros actores involucrados.
F07. Crear urgentemente
un "Consejo del Consenso de Barcelona". El propio emprendimiento
del "Consenso de Barcelona" fue capaz de iniciar la propuesta,
de preparar su contenido y las tareas funcionales, y de proponer
a los participantes y adherentes que deben ser indisputables líderes
morales (éticos), y a la vez científicos y políticos
y economistas en el mejor sentido de estos términos. En mayor
o menor medida todos debemos involucrarnos con la conducción
de nuestra sociedad, para procurar un planeta habitable, y para
establecer una estructura social mejor que la actual, más
justa y equitativa, más igualitaria en la geografía,
más racional, más estable y viable en el largo plazo.
En esta tarea no sólo debe involucrarse a jerarcas y autoridades
y gobernantes nacionales, y a jerarquías y técnicos
de organismos internacionales. Entre todos debemos analizar y discutir
los grandes desafíos globales y emprendimientos a los que
como sociedad hoy día nos enfrentamos: (1) la pobreza; (2)
el manejo del medio ambiente (la ecología); (3) la militarización;
(4) los riesgos globales interconectados; (5) el colapso ecológico
y/o financiero; (6) la proliferación nuclear; (7) el crecimiento
insostenible; (8) las transgresiones a los derechos humanos universales,
así como cualquier acción o intervención sobre
armas y drogas que vulneren dichos derechos; (9) el desarrollo y
la difusión de nuevas tecnologías que propicien un
mayor ahorro energético, y/o que ayuden a la salud y a la
sanidad; (10) la especulación; (11) la corrupción
y los sobornos; (12) las carencias operativas y las fallas en la
transparencia administrativa; (13) la brecha educativa y la brecha
digital; etcétera; etcétera. El G-7, el G-8, el G-10,
e incluso el G-20 y el G-22 y y el G-24 y el G-33 y el G-77, no
han logrado resolver adecuadamente la mayoría de los problemas
globales. Cierto, en estas reuniones al menos se discute sobre ciertas
importantes temáticas, pero allí muchas veces no se
analizan las cuestiones desde el punto de vista global de toda la
humanidad, a la par que los consensos allí concretados generalmente
no pasan de expresiones de deseo, sin una adecuada y efectiva parte
resolutiva, y sin un conveniente seguimiento posterior. Es necesario
que una institución capaz e independiente pueda tomar decisiones
en momentos importantes, y al menos hacer adecuados e importantes
estudios de impacto, así como esbozo de posibles soluciones
y de posibles medidas generales, teniendo en cuenta el interés
de todas las naciones y de todas las comunidades. Así se
tratará de establecer normas a seguir y estrategias a adoptar,
que permitan poner a la humanidad al abrigo de los enormes peligros
que actualmente se ciernen sobre ella. Así se tratará
de conciliar los aportes y las ideas de personalidades influyentes
y de técnicos de prestigio. Y entre otras cosas, por esta
vía se deberá llamar la atención a las naciones
más despilfarradoras e indolentes (como por ejemplo EEUU),
para que acepten algunas limitaciones en cuanto a su consumo de
los recursos del planeta y sus emisiones tóxicas. Si no fuera
creado un "Consejo del Consenso de Barcelona" o institución
equivalente, encargado de llevar a la práctica todos los
acuerdos tomados a través del proyecto "Consenso de
Barcelona" y hacer un adecuado seguimiento, el esfuerzo realizado
y las recomendaciones concretadas no serán nada más
que un nuevo saludo a la bandera, y una nueva verborragia destinada
a archivarse y dormir en los anaqueles. Los medios para alcanzar
un desarrollo y un uso regulados de los recursos limitados del planeta,
pasan solamente por una aceptación benévola de las
decisiones morales conjuntas tomadas por un "Consejo Mundial
del Consenso de Barcelona". Y desde nuestra perspectiva, no
parecen haber buenas soluciones alternativas que la sustituyan.
F08. Rediseñar
el sistema global, rediseñar la arquitectura política
global, para generar otra que tenga más en cuenta a los seres
humanos y su dignidad. Lo primero y más importante es parar
todas las guerras a todos los efectos prácticos, así
como la comercialización de armamentos, y la proliferación
sin adecuado tratamiento de sustancias tóxicas. Necesitamos
negociar conscientemente un "contrato social global",
que incluya como mínimo algunas reglas globales comunes,
es decir, es necesario elaborar una especie de constitución
mundial, y además establecer como mínimo, una organización
económico-financiera global, y un parlamento global.
F09. Controlar nacionalmente
los recursos naturales. Deben ser los países los que gestionen
de forma sostenible sus recursos naturales, en beneficio de sus
propias gentes y como base productiva de muchos de sus ciudadanos,
y no en beneficio de los oligopolios mundiales dominantes o de tendencias
egoístas impuestas por los países poderosos. Pero
atención, el desbalance de negociación y de conveniente
asesoramiento entre los gobiernos de los países, es demasiado
grande como para dejar librados los acontecimientos a los acuerdos
y a las autorizaciones que pudieran concretarse, porque en esos
acuerdos y esas autorizaciones puede haber negligencia, incompetencia,
adulteraciones, presiones, sobornos y corrupción. Una conveniente
justicia internacional debería tener competencia en estos
asuntos, con la finalidad de poder aplicar el principio general
"Quien afecta y quien daña, es quien debe financiar
reparaciones y compensar pérdidas; y si demostrando afectaciones
y daños los responsables no están en condiciones de
soportar las reparaciones económicas que se imponen, en ciertos
casos se considerarán responsables solidarios a otros actores,
a ciertas administraciones, e incluso a Gobiernos y a Estados.
F10. Mayor responsabilidad
y más estrictas regulaciones en los países desarrollados,
para detener la transferencia de industrias tóxicas a países
en desarrollo. En los hechos, la negligencia o inoperancia o falta
de información que se pudiera tener en este sentido, no eximirá
de reparaciones y responsabilidades. Un Estado será solidariamente
responsable por daños que se ocasionen en cualquier parte
del mundo, debiendo reparar o compensar por los mismos, en la proporción
que esos daños se hayan generado (A) en la producción
de bienes destinados a ese país, o (B) en la absorción
de desechos o productos inadecuados con origen en ese país,
o (C) en la medida que a ese país se hayan repatriado beneficios
con origen en inconvenientes actividades industriales o productivas
o de cualquier tipo realizadas en otras partes del mundo.
F11. Abolir la propiedad
intelectual sobre productos naturales, genes humanos, semillas genéticamente
modificadas, etcétera. Una adecuada indemnización
por investigaciones involucradas que tengan este tipo de involucramientos
y que se determinen como beneficiosas, deberá ser estudiada
e implementada por vías idóneas.
F12. En el marco de
muchas teorías económicas, son considerados positivos
los apoyos y subsidios a la industria naciente. Aplicar estas medidas
también para favorecer el desarrollo y afianzamiento de las
energías renovables en los distintos países del mundo,
en atención entre otras cosas a los beneficios que así
podrían obtenerse para el medio ambiente. La estructura de
precios es la que de hecho ordena la economía, y por lo tanto
debemos tener muy en cuenta esta herramienta, para la mejor orientación
de las actividades sociales y productivas.
F13. Exigir la plena
y efectiva aplicación del derecho a opinar, a participar,
y a influir en las decisiones, de los Pueblos Indígenas y
Autóctonos, en los más importantes procesos de negociación
así como especialmente en el diseño e implementación
de las medidas relativas al cambio climático. Las comunidades
indígenas forman parte de nuestra sociedad y mantienen muy
interesantes y ancestrales culturas, y por lo general aportan puntos
de vista inteligentes y novedosos y diferentes, los que conviene
analizar y considerar. Necesitamos un mundo para comodidad y beneficio
de todos, y no solamente a la conveniencia del sector dominante
de población.
F14. La protección
contra los desvíos también está en la diversidad
cultural y en la variedad de estilos de vida de los pueblos. No
hay culturas superiores y culturas inferiores, pues todas tienen
aportes a realizar, y valores a transmitir. Por tanto esta idea
de base debe ser tenida en cuenta a la hora de la toma de las grandes
decisiones políticas. Las culturas ancestrales de Asia, África,
y América Latina, notoriamente están relegadas de
los importantes procesos internacionales de consulta y de toma de
resoluciones, y esto debe de cambiar, para el bien de todos, para
el bien de la humanidad, y para el bien de la propia salud del planeta.
F15. Emprender campañas
de transparencia e información a nivel mundial, así
como favorecer la creación de amplios ámbitos de debate.
También tener en cuenta que los organismos internacionales
son muy necesarios, pero que la actual estructura política
y operativa de los mismos no sirve, y por eso en ese ámbito
deberán ser introducidas muy importantes reformas y reestructuras.
Es inadecuada e ineficiente la cooperación internacional
y la ayuda multilateral, y por eso ellas no sirven y deberán
ser reformuladas y reorientadas. Son inadecuados y desequilibrados
los procesos internacionales de toma de decisiones, y por eso los
mismos no sirven y deberán ser reformados. Son inadecuados
los mecanismos de deuda, y por eso ellos deberán ser revisados.
Con notoriedad las acciones desplegadas por los organismos internacionales
generalmente se quedan cortas, y las resoluciones emanadas de las
grandes reuniones internacionales con excesiva frecuencia son muy
tímidas así como muy lentas en la implementación,
y por tanto no queda otra que allí introducir sustantivos
cambios: (1) Reformar los organismos internacionales y readecuar
sus objetivos, (2) Avanzar hacia niveles crecientes de transparencia
e información; (3) Reformar el propio sistema financiero
internacional e introducir una muy importante reestructura en el
sistema bancario, avanzando hacia el uso de monedas telemáticas
nominativas. Con excesiva frecuencia los organismos internacionales
se mueven con mucha cautela y dependencia en materia diplomático-política,
lo cual redunda en que sus acciones generalmente son acordes a los
intereses defendidos por las empresas transnacionales y por los
países más ricos. Y el ordenamiento internacional
comercial y político, continúa siendo acorde a los
intereses y a las ideas de los ganadores de la Segunda Guerra mundial.
En líneas generales, las reformas de las estructuras internacionales
deberán orientarse a una mayor democracia, a una mayor efectividad,
a una mayor transparencia, y a un mayor poder operativo y sancionatorio
implementado por la vía de tribunales internacionales vinculantes
y por la vía del uso de al menos una moneda internacional
de tipo escritural y nominativo, y con grandes posibilidades de
seguimiento de las cadenas de pago.
F16. Los gobiernos
y las corporaciones deberían intentar hacer todo lo posible
para proteger nuestro medio ambiente y desarrollar economías
de reciclaje, y no sólo perseguir el crecimiento del PIB
y el logro de beneficios. Se necesita más interés
en los aspectos ambientales para resolver todo tipo de crisis ecológicas
y de recursos. Pero atención, un objetivo como el planteado
no puede dejarse librado a la buena voluntad y discrecionalidad
de los actores. Será necesario implementar castigos con el
criterio general: "Quien daña es quien debe reparar";
"Quien perjudica es quien debe compensar". Obviamente
será necesario implementar una adecuada estructura de justicia
a estos efectos. Y obviamente deberá mucho incrementarse
la transparencia, y ello probablemente sólo podrá
ser alcanzado con el uso de monedas telemáticas.
F17. Los Gobiernos
viven en un continuado conflicto, pues por una parte tienen la responsabilidad
de "asegurar el futuro", protegiendo a largo plazo los
ámbitos sociales y ecológicos, y tratando de implementar
políticas contracíclicas, y por otra parte también
tienen la responsabilidad de a corto plazo mantener la estabilidad
económica y disminuir el desempleo. En tanto la macro-estabilidad
económica en algún sentido dependa del crecimiento
económico, y en tanto se conozca mal tanto el presente como
el pasado dado un muy inadecuado manejo de las transacciones así
como dada la inadecuada naturaleza del dinero que es de aplicación,
los Gobiernos tendrán tendencia a orientar su política
en base a las coyunturas y en base a los paradigmas que están
más o menos de moda. En algún momento se priorizará
la paz social, aunque las medidas adoptadas generen inflación
y deuda pública. En otros momentos se liberarán créditos
para incentivar el consumismo materialista, y de esta forma relanzar
la economía y disminuir el desempleo. En otros momentos se
dará más importancia a tener los indicadores macroeconómicos
bajo control, y a hacer un muy estricto manejo de las finanzas públicas,
aún a costa de algunos sacrificios en lo social y en lo productivo.
Tendríamos que liberarnos al menos en parte de las teorías
económicas de moda, y avanzar verdaderamente en lo teórico
y doctrinario en cuanto a las ciencias económico-financieras.
Estabilidad macroeconómica, productividad, paz social y bienestar
social, endeudamiento controlado, seguramente pueden ser alcanzados
sin comprometer o degradar el medio ambiente, y sin caminar por
la senda de un crecimiento continuo y alocado que sin duda no es
sostenible en el largo plazo, y que notoriamente es generador de
muchas inequidades en la geografía. Debemos liberar la macroeconomía
y la conducción política del requisito estructural
del crecimiento, para así poner más énfasis
en objetivos sociales y ecológicos de largo plazo, y para
así hacer sostenible nuestra existencia en este mundo.
F18. Concebir y aplicar
políticas para detener la búsqueda constante del desarrollo
basado en el permanente crecimiento económico, y educar a
la gente común, y educar al llamado ciudadano de a pie, acerca
de cómo puede vivir él y su familia con relativo bienestar,
y de manera que la presencia de la humanidad sobre el planeta sea
más sostenible. Gobiernos, académicos, organizaciones
no gubernamentales, dirigentes políticos y gremiales, medios
de comunicación de todo el mundo, deberían apoyar
este esfuerzo educativo de todas las formas posibles. Sin perjuicio
de reconocer que el señalado esfuerzo educativo es necesario
e imprescindible, sin perjuicio de reconocer que es mejor educar
y convencer que imponer, también tendrá que pensarse
que cierto porcentaje de desvíos son inevitables, y que por
tanto también se deberán tener mecanismos de desestímulo
y de control a ese tipo de desviaciones; y esta última parte
no es utópica de alcanzar, en la medida que la economía
se encuentre inmersa en una estructura financiera muy nominativa
y telemática. Una sociedad telemática plena es posible.
Una sociedad telemática bien desarrollada y con buena base,
puede ir gradualmente dando solución a los importantes desafíos
de nuestra época.
F19. Cada Gobierno
tiene que desarrollar políticas tributarias adecuadas en
materia de los medios de transporte que sean ecológicamente
peligrosos, así como también imponer mayores o menores
cargas fiscales según las distintas áreas de actividad.
En resumen, la estructura fiscal debe ser fiscalista (es decir,
debe dar al Estado los recursos que necesita), pero también
debe ser finalista (es decir, debe orientar la economía),
y también debe ser equitativa (es decir, a cada cual un esfuerzo
fiscal según sus posibilidades), y también debe ser
justa (es decir, las bases imponibles deben establecerse con criterios
sociales, pero además, la evasión fiscal y la morosidad
fiscal, que actualmente son las principales fuentes de injusticias,
deben ser reducidas a un mínimo o incluso erradicadas). Lo
antedicho no es una utopía, aunque por cierto, no podrá
conseguirse de la noche a la mañana. El futuro sistema fiscal
deberá estar muy automatizado, de forma que ni los contribuyentes
ni los agentes de retención deban hacer cálculos de
algún tipo o declaraciones juradas, y los contribuyentes
ni siquiera deberán preocuparse por fechas de vencimiento
y por pagos fiscales, pues incluso la recaudación impositiva
será casi totalmente automática y de percepción
compulsiva. Claro, un sistema fiscal con estas características,
y casi sin personal, y casi sin inspectores, perfectamente puede
ser posible pero en una sociedad telemática plena dotada
de dinero telemático.
F20. Cambiar la forma
de asignar los subsidios agrarios y las cargas fiscales del sector,
a fin de cambiar la mentalidad de producir a precios bajos y en
cantidades altas, por la de producir una mejor calidad con los menores
impactos negativos posibles sobre el medio ambiente. La reconducción
de los subsidios y de las cuestiones fiscales para apoyar a las
pequeñas explotaciones de productos orgánicos y de
calidad, reduciría las actividades de transporte (distribución
de proximidad), lograría dar una mayor calidad de alimentación
a los consumidores, y permitiría reducir o suprimir los excedentes
innecesarios que en la actualidad a veces se tiran o se desperdician.
Los Gobiernos del Sur y la UE tienen que acercar sus divergentes
puntos de vista, lo que resulta ser la parte más difícil,
dada la importancia de los agro-negocios para la economía
y dada la importancia de esta cuestión en cuanto a lo ecológico
y en cuanto a lo sanitario-social.
F21. Los principales
ajustes estructurales necesarios para caminar hacia la sustentabilidad,
deberían implicar estrategias orientadas a la gente, estrategias
orientadas a la demanda doméstica y al desarrollo sustentable.
Pero por lógica, por distintas vías también
debería instrumentarse algún sistema o mecanismo para
controlar y dificultar los desvíos a todos los niveles (incluyendo
penalizaciones económicas y cursillos obligatorios de reeducación).
F22. Tomar como referencia
algunas formas alternativas de consenso en el debate internacional
como el IAASTD ("International Agricultural Knowledge and Assessment
Summary for Technology Development", consenso de agrónomos
y economistas de 54 países), que se fundó en el año
2009. El IAASTD considera que las tecnologías agrícolas
y los métodos de producción multifuncionales basados
en el conocimiento local y la adaptación al clima, así
como la agricultura en pequeña escala (cooperación
entre agricultores y comunidades), tienen un efecto positivo sobre
el medio ambiente y los grupos vulnerables, y propone ajustes políticos,
tecnológicos, y de insumos, adecuadamente orientados. El
aludido foro por cierto hace aportes interesantes en cuanto a las
estrategias de desarrollo agrícola globales y los cambios
políticos a implementar, y por cierto no es el único.
Se debe estar atento a propuestas originales y potencialmente beneficiosas,
que surgen aquí y allá impulsadas por ciertos grupos
sociales, o promovidas incluso por algunos grupos de técnicos
o por ciertas agrupaciones profesionales.
F23. Los líderes
y responsables locales (del gobierno, de las comunidades, del ámbito
empresarial y de los partidos políticos, de los ámbitos
corporativo-gremiales) deberán actuar en sus respectivos
ámbitos impulsando debates y estudios sobre el bienestar
de las personas y sobre la sustentabilidad de la estructura social,
y también deberán concretar sus propias y personales
propuestas. Hay que facilitar los debates y el diálogo en
niveles horizontales, pues los proyectos, los enfoques, las recomendadas
formas de vida, los procedimientos para medir bienestar, pueden
tener origen en muy diversos sectores y no solamente en niveles
técnicos o políticos.
F24. Potenciar iniciativas
interesantes y prometedoras, como la llevada a cabo en los "Pueblos
en Transición" (o "Transition Towns" por su
denominación en inglés), la que se orienta a la búsqueda
de la autosuficiencia alimentaria e incluso energética, favoreciendo
intercambios y actividades ciudadanas, y así tratando de
no depender de los circuitos de financiación y de las soluciones
masivas, y también cuidando reducir las emisiones de CO2
y el consumo de combustibles fósiles, gracias a la implicación
voluntaria y al esfuerzo de los diferentes sectores de la población.
F25. Es necesario reaccionar
lo antes posible a la emergencia social y ecológica que actualmente
estamos sufriendo. Es absolutamente imprescindible para el mundo
centrar su ayuda para el desarrollo durante la década 2011
a 2020, en los 90 países más vulnerables que no tienen
la capacidad de salir adelante sin apoyo externo debido a su vulnerabilidad.
Además de la vulnerabilidad estructural de base, estos países
se ven muy limitados en sus esfuerzos de desarrollo, por problemas
de carácter medioambiental, ecológico, geográfico,
y de gobernanza. Sus retos se vuelven más intensos, puesto
que estos países de hecho no tienen voz en los procesos mundiales
de toma de decisiones. Sin el adecuado desarrollo y progreso de
esas zonas, no se podrá conseguir ningún objetivo
de desarrollo mundial verdaderamente significativo. Sólo
este esfuerzo tan especial y concentrado, dará credibilidad
a las Naciones Unidas y a otros actores internacionales, en sus
acciones para el desarrollo justo y armónico a nivel global,
a nivel mundial. Los objetivos a cumplir para favorecer el desarrollo
de los países vulnerables, deben centrarse en cuatro áreas
principales:
(a) Reducción de la pobreza incluyendo la seguridad alimentaria;
(b) Empleo y desarrollo del sector privado;
(c) Educación para ambos sexos y empoderamiento de las mujeres;
(d) Gobernanza efectiva y responsabilidad en todos los sectores.
Para la consecución de estos objetivos los países
más vulnerables deben tener prioridad en la asignación
de la asistencia global para el desarrollo. Los gobiernos en consulta
con la sociedad civil y el sector privado, prepararán documentos
de estrategia nacional que describirán lo que se debe hacer,
con un calendario claro y realista para su aplicación. La
ONU y las organizaciones regionales de desarrollo darán prioridad
para apoyar el proceso, con asistencia técnica y financiera,
siendo el enfoque el apoyo al desarrollo de capacidades a nivel
de país. Gobiernos, sociedad civil, contrapartes del desarrollo
(mundial, regional, y bilateral), sectores privados y grupos profesionales,
necesitan actuar sin más demora, puesto que los países
pobres y su gente siguen sufriendo. Cuanto más tardemos,
más sufrirán. La iniciativa se originaría principalmente
a nivel nacional. Pero también es necesario un compromiso
mundial, preferentemente a través de las Naciones Unidas,
para prestar este apoyo tan especial a los países más
vulnerables.
Juan Carlos Anselmi Elissalde
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