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Nuevos apartados:

Los «Cien pasos de una vía de humanidad» de Lluís Maria Xirinacs.
Dolors Marin Tuyà.
Artículos publicados en la revista Penedès Econòmic.

Al servicio de este pueblo.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el diario Avui, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979, traducidos al castellano.

Diario de un senador.
Lluís Maria Xirinacs.
Artículos publicados en el rotativo Mundo Diario, cuando Lluís Maria Xirinacs era senador independiente en las Cortes Constituyentes españolas, entre los años 1977 y 1979.

Publicaciones:

Mundo alternativo.
Lluís Maria Xirinacs.

Pequeña historia de la moneda.
Agustí Chalaux de Subirà, Brauli Tamarit Tamarit.

El capitalismo comunitario.
Agustí Chalaux de Subirà.

Un instrumento para construir la paz.
Agustí Chalaux de Subirà.

Leyendas semíticas sobre la banca.
Agustí Chalaux de Subirà.

Ensayo sobre Moneda, Mercado y Sociedad.
Magdalena Grau Figueras,
Agustí Chalaux de Subirà.

El poder del dinero.
Martí Olivella.

Introducción al Sistema General.
Magdalena Grau,
Agustí Chalaux.

 


D. PROPUESTAS SOBRE EL SISTEMA ECOLÓGICO: Población

D01. Aspirar a un crecimiento negativo de la población, comenzando por la estabilización de la población en 8 mil millones o menos para el año 2050. Hay que convencerse. La población humana no debe crecer sin control sobre un planeta notoriamente finito. Deberán establecerse políticas de población a nivel global. Deberán establecerse políticas de planificación familiar a nivel mundial.

D02. Varios analistas y especialistas calculan la capacidad de carga de nuestro planeta en unos dos mil millones de personas, asumiendo niveles de sostenibilidad y consumo bastante conservadores. Tal vez esta estimación es exageradamente moderada y cautelosa, pero sin duda un límite tiene que haber, un límite debe ser aceptado. Con toda evidencia la actual disponibilidad de recursos no es suficiente para sostener nuestra población sin riesgos en el largo plazo, pues ella ya cuenta con más de seis mil millones de personas. Una reducción sustancial de los números en términos de consumo y consumidores es, por tanto, inevitable. Cierto, mucho se dice sobre que la reducción de la pobreza y la elevación del nivel cultural, conllevan una sustancial reducción de la natalidad. De todas formas, pareciera que en esta materia se deben aplicar políticas más proactivas, y no indolentemente actuar con pasividad, bajo el supuesto de que el problema terminará por arreglarse de una manera o de otra. Las políticas de población, la sustentabilidad de las producciones, la defensa de la biodiversidad, la salvaguardia del medio ambiente, son aspectos de una misma cuestión, que en el largo plazo seguramente deberemos ir revisando y adaptando a las nuevas realidades, sin perjuicio de reconocer que en esta materia también deberemos actuar en forma muy rápida, si queremos evitar una verdadera hecatombe planetaria.

D03. Reconocer la responsabilidad de los países desarrollados con respecto al crecimiento poblacional incontrolable, por la imposición de hecho de su modelo de desarrollo.

D04. Supervisar y controlar permanentemente los datos de las investigaciones demográficas, pues una vez los números se disparan, es muy difícil hacer compatibles los retrocesos necesarios, con los derechos humanos y con la ética social.

D05. Recurrir a la educación y al convencimiento, para intervenir convenientemente en la evolución demográfica, sin caer en imposiciones y absolutismos, porque medidas inadecuadas tienen consecuencias en el área social, así como efectos en lo demográfico (generalmente a largo plazo y de difícil evaluación).

D06. Tener en cuenta que la huella ecológica y la densidad de población sostenible, dependen de muchos y variados factores, como la distribución geográfica de la población, los enfrentamientos bélicos, el desarrollo tecnológico y la innovación, la estructura de los sistemas productivos, la misma organización social en la medida que influya sobre los comportamientos individuales y sobre la media de consumo per cápita, etcétera, etcétera. Es muy difícil establecer una densidad media de la población humana mundial como un valor determinado, que marque la situación límite entre lo que nuestro planeta podría soportar sin gran deterioro y lo que no sería viable en el mediano y largo plazo. Consecuentemente, tampoco deberían manejarse números concretos en relación a la huella ecológica sostenible (concepto que sirve más desde el punto de vista teórico que para fijar un límite concreto).

D07. Planear una ordenada y efectiva política demográfica, por ser la única alternativa viable frente al incremento descontrolado de la población humana. Los Estados y las organizaciones internacionales tienen la obligación de planear una reducción poblacional, informando a los ciudadanos sobre la situación global presente, y tomando medidas para: (1) combatir y prevenir los casos de embarazo indeseado, (2) poner a disposición convenientes métodos anticonceptivos compatibles con distintas situaciones y distintas culturas, (3) legalizar el aborto según adecuada reglamentación y adecuado procedimiento, que en alguna medida contemple tanto a los progenitores como a la vida que se está gestando, y (4) popularizar y facilitar la adopción más sobre la base de los derechos de los niños que sobre los que puedan tener sus padres biológicos. Las políticas demográficas que se implanten deberán tener en cuenta múltiples factores, aspectos culturales y éticos, variaciones en las expectativas de vida de los seres humanos, éxitos o fracasos previsibles en la producción alimentaria y en las cadenas alimentarias, cambios observados y previsibles en las tendencias de consumo, etcétera.

D08. Cada país necesita establecer un específico programa estatal para controlar su propia densidad de población. Es un hecho constatado que el índice de natalidad es menor en los países económicamente desarrollados, y que en ellos es más efectivo el desarrollo de planes educativos, sanitarios, y de organización social. Hay pues que hacer un esfuerzo especial por elevar el nivel de vida en los países subdesarrollados, así como el nivel educativo y sanitario en esas poblaciones, no tanto pensando directamente en aspectos demográficos, sino por razones éticas y de justicia social. La reducción artificial e impuesta de la natalidad, como por ejemplo la implementada en China, es muy inadecuada desde varios puntos de vista. La planificación familiar y un muy correcto acompañamiento de las madres gestantes, es el camino correcto.

D09. Promover las ventajas de nuevos y saludables hábitos de consumo, que en definitiva permitan pagar precios más altos por bienes de producción local o de comercio justo, así como promover el consumo de alimentos de calidad, y educar para favorecer mejores patrones alimentarios, debido a los beneficios sociales y ambientales y sanitarios que así se podrían obtener en las distintas comunidades a uno y otro lado del mundo. No inhibirse en la aplicación de medidas que se orienten en este sentido, sean ellas de carácter informativo o educativo o normativo o fiscal, o sean ellas de corte predominantemente social, o se orienten ellas a la reducción de los costes de transporte y de distribución, o principalmente persigan ellas la protección del medio ambiente y de la sanidad. Las prácticas consumistas deben tratar de equilibrar la compleja ecuación entre capacidad de carga, población, y viabilidad medioambiental.

D10. Promover importantes cambios sociales, orientándose a hábitos sostenibles. Animar a la gente a comer menos carne, no sólo porque ello es bueno para la salud, sino porque también es bueno para el medio ambiente, debido a la gran cantidad de agua y de insumos necesarios para la cría de animales. También animar a la gente a consumir alimentos según lo razonable y según su patrón de vida, entre otras para así reducir la obesidad e indirectamente también ayudar a proteger el medio ambiente. Incentivar más las producciones de granja así como las producciones ecológicas, promover el trabajo manual en aquellos rubros que ello pueda ser conveniente, usar más el transporte público y menos el transporte individual, basarse más en las telegestiones y en el teletrabajo, gastar menos en transporte de carga, consumir menos productos de lujo, ahorrar agua y otros recursos naturales, utilizar más las habilidades tradicionales, usar más mercancías de segunda mano y más mercancías con materiales reciclados, promover soluciones ingeniosas que permitan obtener logros con menos insumos. Para hacer esto realidad, básicamente incidir sobre la educación y sobre la concientización social, pero tampoco limitarse en medidas fiscales y en modificaciones de la estructura de precios.

Juan Carlos Anselmi Elissalde

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