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 Eix Diari. Lunes, 13 de Julio de 2020.
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Literatura.
Jordi Griera: Autoconocimiento.
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Teresa Costa-Gramunt. 13-07-2020. 13h14’.
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Imagen de la cubierta del libro «Vent d’Alliberament» («Viento de liberación»), de Jordi Griera. Foto: Eix Diari.
Jordi Griera i Roig (Barcelona, 1943), fundador y actual presidente de la Fundación Ineval, ciudadano de Vilanova i la Geltrú, acaba de publicar en Mallorca (Moll) Vent d’alliberament. Manual de la Consciència (Viento de liberación. Manual de la Conciencia, una obra que destila su experiencia vital en el autoconocimiento y la apertura personal a la Conciencia del Universo.
A la pregunta esencial: ¿quién soy yo?, Jordi Griera responde desde la reflexión, la meditación y la exploración de la condición humana. De gran ayuda le ha sido y le es la práctica de técnicas de gimnasia corporal y de meditación como por ejemplo el katsugen del Seitai aprendidas de su maestro Haruchika Noguchi a quien hace homenaje. Griera también hace homenaje a otros maestros que le han abierto el corazón y la mente en este camino de investigación: Joan Mascaró y Sathya Sai.
El autoconocimiento de nuestra realidad más próxima: nosotros mismos, permite la apertura a otro nivel de la conciencia humana. Es así como con gráficos muy visuales y explicado de manera metódica, ordenada y progresiva, Jordi Griera va informando a los lectores sobre la investigación, y la práctica, del autoconocimiento: en primer lugar para sabernos y para ver donde tenemos que actuar para mejorarnos, y, en segundo lugar, para comprender la idiosincrasia de los otros con los cuales, de más lejos o de más cerca, convivimos.
Todos sin excepción queremos sentirnos bien, andar por el mundo sin muletas, liberados de cargas psíquicas como por ejemplo un ego poco flexible y engrandecido hasta no dejar ver al ser interior, los ridículos o desmesurados deseos de poder, de dominio o de fama, los prejuicios que ofuscan la mente no dejando pensar claro, y el estrés, el dolor y el sufrimiento que pueden trastornar la percepción de lo que yo digo la realidad última que es espiritual, divina. De aquí viene que Griera hable de liberación de tantos estorbos que no dejan avanzar en el camino de la percepción de la naturaleza divina, una dimensión de la naturaleza humana.
Hablar de lo divino es hablar de lo humano («hablar de Dios es hablar del hombre», decía el antropólogo Lluís Duch). La apertura a la dimensión espiritual de la vida, a su Conciencia, proporciona el espacio para liberarnos de todo aquello que en la vida orgánica está demasiado pendiente o la hace esclava de los impulsos básicos, cosa que puede barrar el paso a esta sensación de bienestar y ingravidez que se experimenta cuando se está bien en esta dimensión que es humana y divina al mismo tiempo. Una dimensión en la cual para decirlo con un lenguaje próximo, no se desea la paz sino que se es la paz misma.
Para lograr este bien y esta paz interna tal como yo lo entiendo, Jordi Griera habla de los Valores Humanos que tienen que impregnar la conducta humana. Las religiones tradicionales, las escuelas de formación humana integral, las espiritualidades que les son inherentes, han informado de estos valores tanto en el pasado como en el presente. Pero nuestras sociedades secularizadas y con valores tan mercantiles y materialistas, han ido diluyendo su maestría y cultivo y, peor todavía, han expulsado de nuestro imaginario colectivo las buenas prácticas de estos valores humanos.
Y, no obstante, surge, espontánea, aquella sed, aquella necesidad de trascendencia que llama a la puerta para que la abramos: «Sólo quién ha entrado [en la Conciencia General] sabe que ha entrado», escribe Griera. «Cuándo hemos estado simultáneamente en las dos conciencias, la orgánica ya nunca será la de antes». Cierto. Porque de alguna manera será «consciente» de la Conciencia unitaria de la vida que en su cima nos deja experimentar la no-dualidad, la percepción que en la vida no hay nada separado, que todo y todos somos Uno en la Conciencia General. La percepción de formar parte de esta conciencia inteligente del cosmos nos hace perder el miedo en la muerte, puesto que nada en la Vida no muere.
«Estar permanentemente en los Valores Humanos quiere decir ser inmune al subconsciente», escribe Griera. Hay que entender este subconsciente como aquello que no dominamos bastante, las pulsiones del cerebro reptil, los instintos animales, básicos. La conciencia orgánica, tan útil para la salvaguardia de la vida del cuerpo, en efecto puede esclavizar a la mente a través de los deseos más primarios que la experiencia nos dice que acostumbran a ser poco solidarios. Cultivar los Valores Humanos nos humaniza.
La armonización en nosotros de las dos conciencias, la orgánica y la general o universal, nos permiten vivir y observar que la «vida encuentra el sentido en sí misma, en la joya de vivir y ver vivir», como dice Jordi Griera en este gran Vent d’Alliberament (Viento de liberación), un compendio de todo el que él ha vivido y aprendido por el camino de apertura a la Conciencia de la vida.
Enlace del artículo original en catalán:
https://www.eixdiari.cat/opinio/doc/89808/jordi-griera--autoconeixement.html
Enlace para adquirir el libro «Vent d’Alliberament» («Viento de Liberación») de Jordi Griera, en su edición en catalán, desde el sitio web de la Editorial Moll:
http://editorialmoll.cat/botiga/ca/jordi-griera-roig/1282-vent-d-alliberament-manual-de-consciencia.html
Enlace relacionado:
Viento de liberación. El Punt Avui. Jordi Griera i Roig. Lunes, 15 de Junio de 2020. Página 4.
