Diario de Vilanova. Jueves, 18 de mayo de 2017. Des del Campanar.
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Dinero, Conciencia y Valores para el Cambio Social.
Jordi Griera.
La semana pasada se celebró en el Centro Tecnológico de Barcelona Activa la IV Conferencia Internacional de Monedas Sociales y Complementarias, un evento que ha reunido especialistas de los cinco continentes.
Vilanova ha estado presente por partida triple: El simposio ha sido co-organizado por la Universidad Abierta de Cataluña y por el Instituto de la Moneda Social, cobijado en la vilanovina Fundación Ineval. Recordaremos también que fue en julio del 2012 cuando la Asociación ECOL3VNG, que ya hacía dos años que había puesto en marcha la Turuta, organizó en nuestra ciudad la Conferencia Estatal de Monedas Sociales y Complementarias, un éxito. La Turuta se ha convertido en un modelo entre las monedas ciudadanas y durante el simposio las referencias a ella han sido frecuentes. Finalmente, el Ayuntamiento de la Villa también ha participado.
El interés por las monedas complementarias crece debido a los partidos políticos que, en toda Europa, levantan la bandera del fin de la Unión. El euro es difícil que desaparezca, pero las diferencias de productividad entre el norte y el sur del continente se podrían atemperar con otras monedas a su lado. No sería raro ver nacer pronto una nueva peseta, dracma, lira, o una moneda catalana. Las que seguro que seguirán son las monedas ciudadanas o sociales, porque ahora los nuevos sistemas de pago ya son voluntad política de la Unión Europea, que ha publicado la «Directiva 2015/2366 del Parlamento Europeo y del Consejo», para promoverlos y protegerlos de la inevitable competencia de la banca ya establecida y también de los demasiado espabilados. El Consejo de Europa ha ido más allá y financia el desarrollo de las monedas de Barcelona y de Santa Coloma de Gramenet.
Quisiera llamar la atención sobre el subtítulo del Congreso: «Dinero, Conciencia y Valores para el Cambio Social». Las monedas sociales nos educan en una novedad muy interesante: el dinero puede ser «bueno», ético, puede promover la hermandad, puede evitar que haya pobres y puede financiar la producción de lechugas en vez de armamento, y además lo puede hacer sin cobrar intereses, que una ponencia del Congreso ha demostrado que hacen más daño que bien.
¿Por qué no se puede hacer lo mismo con el euro? Es un problema del diseño del sistema, que se podría arreglar, pero habría que introducir muchos cambios. Si tenemos que transformar el euro en una moneda mejor, no importa crear sistemas de pagos nuevos y tendremos menos discusiones, al menos eso parece creer el Parlamento Europeo.
Puede resultar sorprendente saber que, en potencia, un banco comercial no tiene ni más funciones ni más responsabilidades que la Oficina de Cambio Local de la Turuta; la diferencia más importante quizá no es la dimensión, sino la obligación de que la dirección del banco tiene que pagar dividendos a los accionistas, que tiene que sacar de algún lugar y si no se va a la calle. En las monedas sociales es la comunidad quien obtiene los beneficios y eso hace la magia.
Al Simposio vinieron representantes de una veintena de ciudades europeas y americanas en las que ya circula una moneda propia, o que la están creando, los cuales intercambiaron experiencias. En la fotografía de una de las sesiones vemos, a la izquierda, el concejal Gerard Llobet de Vilanova i la Geltrú, junto a los representantes de los ayuntamientos de Lisboa, Sevilla, Bristol y San Juan de Aznalfarache.
Enlace del artículo original en catalán:
http://www.ddc.cat/post/Jordi-Griera/Diners-Consciencia-i-Valors-per-al-Canvi-Social/258