Penedès Econòmic. Miércoles, 4 de octubre del 2017.
Pueblo y comunidad.
Dolors Marín Tuyà. Consultora Especialista en Psicología Clínica y Comunitaria. Master Investigación en Psicología de la Salud.
Publicado el Miércoles, 4 de octubre de 2017, 9h54'.
Ahora sí, Lluís Maria Xirinacs, ahora sí podemos decir que nos sentimos, sabemos, actuamos y participamos como un Pueblo. Al revivir el sentido demótico la política se ha reorientado de cara al Pueblo al que sirve y se dirige. Demótica, palabra que recuperaste de su desuso, referida a todo lo referente al pueblo, público, nacional y que había quedado devorada entre la presión política de un Estado agigantado y la presión privada de una sociedad individualista y masificada. Ahora nos toca recuperar el uso de las palabras público y nacional en sentido opuesto a lo que es privado y que todavía entendemos como oficial, estatal y político. Y la palabra pueblo en lugar de sociedad civil o ciudadanía.
Dices que Pueblo es el ámbito nacional, popular o público, todo lo del Común, que actúa en Comunión, de la Comunidad, que depende del conjunto y no del Estado ni de los particulares. Que el Pueblo de verdad es profundamente emocional, pasional. Que la emoción no es fanatismo, fenómeno típico de las masas amorfas, sino que es deseo, ilusión, cautivamente para la vida conjunta, entusiasmo y proyecto vital de futuro.
La Comunión lo comunica y unifica todo, es una realidad mixta de información y fuerza con una fluencia de conciencia y de ánimo. Actuamos unitariamente por debajo y más allá de las animadversiones y de las diferencias inherentes a toda colectividad real. Priorizamos la búsqueda del consenso, buscando el acuerdo de gente que ama y vive en un vínculo de convivencia.
La Comunidad o el Común es un todo con psiquismo colectivo. En comunidad nace el Sujeto colectivo. Genera conciencia social y un estallido de creatividad y voluntad colectiva que beneficia la responsabilización de las decisiones públicas y una mayor plenitud democrática. En el encuentro de convivencia fraternal y libre, cada persona se siente, se reconoce y se valora como sujeto indispensable para construir relaciones personales respetuosas y solidarias dando pasos conscientes hacia un mundo más justo.
La realidad humana engloba el individuo (alma y vivencias) y la sociedad (estructura y funcionamiento). El individuo tiene estructura (anatomía) y funcionamiento (fisiología) y la sociedad tiene alma (sujeto colectivo), y vivencias (la historia interior de cada comunidad).
Enlace del artículo original en catalán:
https://penedeseconomic.com/dolors-marin/592-poble-i-comunitat