Penedès Econòmic. Marzo de 2022. Página 18.
Psicología Comunitaria y Alma Colectiva.
Dolors Marín Tuyà. Psicóloga y miembro del Grupo de Investigación Globàlium de la Fundación Randa - Lluís M. Xirinacs.
De los cuatro sectores del pueblo, la aplicación del Globalium de Xirinacs en la Sociedad Humana relaciona la Economía y la Ecología con la parte material, mientras que la Comunidad y el Ecumene las relaciona con el espíritu y el alma colectiva.
Evidentemente que todo lo que es colectivo, si tiene que ser democrático, tiene que partir de la voluntad de los individuos que forman estas colectividades. Y, por lo tanto, si uno no quiere pues no hay. Lo que es bueno es cuando nos reservamos un trocito del cerebro para las cosas particulares y otro trocito lo abrimos a las cosas colectivas. En una reunión hay gente que está para él mismo y que también está con los otros con espíritu comunitario, y hay gente que no, que sólo va a lo suyo tal como se actúa en una Sociedad Anónima. No es malicia, es bondad, pero una bondad muy egoísta. Nos han educado a ser egoístas sistemáticamente. Y no sabemos mucho del placer inmenso que da ser altruista, es decir, pensar en colectivo. La cosa colectiva no es para ponerse medallas, sino para hacerlo y no decirlo.
La Comunidad también tiene su interior, tiene Psíquica y Mística. Hablando antropomórficamente, Dios envía Profetas, anunciadores de innovaciones y testimonios vivientes del espíritu. El anuncio o manifestación profética tanto puede ser exterior como interior. Vale tanto para el profeta externo como para el profeta interno. Puede venir de una cosa Gloriosa, o puede ser que la Comunidad tenga una dimensión profética, donde estén emergiendo allá dentro cosas de espíritu y lo que puede pasar es que la gente haga caso o no lo haga.
En la escala de la vida, observamos como las almas integradas de moléculas, células y pluricelulares o metazoos han ido pasando, cada una, su proceso ecuménico de alma colectiva a alma plenamente integradora de sus almas componentes. No es así todavía, puesto que está a medias, en cuanto al paso de humanos individuales a comunidades humanas.
Los humanos no hemos logrado la perfección de la unión ecuménica, de la concordia, del consenso básico permanente. Por ejemplo, la concordia puede llegar a ser unanimidad, es decir, las almas se funden entre ellas, a medida que se van acercando al centro. En los momentos místicos el alma de la comunidad se come a todas las almas individuales y hacen una sola cosa.
Dolors Marín Tuyà.
Psicóloga y miembro del Grupo de Investigación Globàlium de la Fundación Randa - Lluís M. Xirinacs.