Penedès Econòmic. Mayo de 2020. Página 4.
Inspiración.
Dolors Marín Tuyà. Psicóloga y miembro del Grupo de Investigación Globàlium de la Fundación Randa - Lluís M. Xirinacs.
La inspiración y la mediumnidad nos llegan cuando estamos en tránsito. Tránsito sería el estado interior excitado del genio fecundo y la suspensión de los sentidos habituales durante una sesión mística, hipnótica, espiritista o inspirada. Es una de las 80 categorías del Modelo Mayor del Globalium de Xirinacs.
Un momento cotidiano de tránsito lo tenemos cuando entramos en sueño y sentimos la sensación de felicidad por el abandono de los problemas de la vida corriente. Y cuando nos despertamos y nos queda la felicidad de la irrealidad antes de asumir las cargas diarias que nos esperan amenazantes.
Ya estamos en el mundo externo pero todavía no nos hemos acabado de dar cuenta. Entremedias encontramos a todos los grados de conciencia fenoménica, desde el grado cero del yo profundo o la hipnosis pasando por formas semiconscientes atenuadas y más superficiales como la sugestión y la autosugestión.
Hacer cosas con gracia y arte pide inspiración. Inspiración que encontramos en tránsito en aquel punto culminante de la posesión transmutadora del tierno y sagrado mundo interior psíquico y místico. En repliegue radical y absoluto de la realidad que nos conecta con la semilla original de todo posterior desarrollo mundano. Es extrayendo del pozo de la inspiración que plenamente enfocados y guiados por el espíritu de las musas hacemos cosas que superan nuestro nivel técnico o artesano.
Artistas y médiums espiritistas inspirados son poseídos por la fuerza radical de la pasión. Un ser inspirado no puede ser ni frío, ni mecánico o, peor, técnico o robot. La inspiración sacude de raíz. Y es esta agitación interior la que excita, hace vibrar, y te vuelve radiante. El verdadero artista, cuando está inspirado, es glorioso, deslumbra nuestro ánimo, nos golpea subjetivamente. Es un iluminado iluminador. Es pura luz. Para abrirse a la inspiración hace falta una muerte estética de sí mismo, y un tipo de esperanza estética en que el día de la visita inspiradora está cerca y no fallará. Algunos artistas impacientes y con poca fe en ellos mismos han intentado forzar la visita inspiradora con drogas que a la larga les ha ido deteriorando la creatividad y la salud, volviéndose dependientes y esclavos de su propia producción. La parte buena de todo ello es que nuestra parte artística sólo depende de la fe en la inspiración y la obediencia a la inspiración cuando viene.
Dolors Marín Tuyà.
Psicóloga y miembro del Grupo de Investigación Globàlium de la Fundación Randa - Lluís M. Xirinacs.