Penedès Econòmic. Junio del 2018. Página 2.
De dilema ético a oportunidad ética.
Dolors Marín Tuyà. Psicóloga y miembro del Grupo de Investigación Globàlium de la Fundación Randa - Lluís M. Xirinacs.
La ética es la teoría o la ciencia de la conducta moral humana; estudia la determinación de qué es bueno y malo y sobre cómo se debe actuar. La moral representa el conjunto de valores, normas y costumbres de un individuo o de un grupo humano determinado. La ética tiene como proyecto crear una moral basada en la razón, universalizable, transcultural y intemporal.
En nuestra vida diaria, los dilemas de ética económica más habituales tienen que ver con el ahorro, la previsión, la autosuficiencia o en pensar en mejorar las formas de laboriosidad o de reparto justo. Estas cuestiones nos pueden llegar a inquietar y desgastar psíquicamente de tal manera que nos cueste ver claro por donde tirar o nos puede llevar a hacer huidas hacia adelante que tampoco nos benefician.
Por otra parte, las contradicciones que confrontamos en los dilemas éticos remueven aspectos de nuestra personalidad, dignidad e identidad haciendo que nos cueste elegir bien. Lo más difícil de un dilema ético no es decidir lo que es correcto, es hacer lo que es correcto. Las personas que están en paz con su conciencia tienen todo lo que necesitan para hacer frente a las presiones externas y hacer lo que es justo, y no simplemente dejarse llevar por los demás.
Aunque no nos demos cuenta, solemos decidir qué haremos de acuerdo a unos códigos éticos de conducta. Para ser más conscientes y convertir un dilema en oportunidad ética, puede ser útil hacernos estas tres preguntas:
- ¿Estoy eligiendo la opción correcta?
- ¿Es equilibrada para mí, y para los demás? ¿Entre lo que gano y lo que pierdo?
- ¿Esta decisión, como me hará sentir?
En la práctica, el carácter se forja a partir del hecho de ir resolviendo problemas que no son fáciles. Cuando elegimos con libertad entre las diferentes opciones, en situaciones difíciles, si no nos hundimos, nos fortalecemos. Nos conviene saber reconvertir un conflicto ético en una oportunidad ética. De este modo, y actuando con firmeza vamos construyendo de forma personal y creativa un repertorio propio y en positivo. En caso de perseverar, aprenderemos a autoprotegernos y autoenriquirnos. Facilitará que la conducta elegida sea más acertada, y probablemente más benéfica haciendo mejor nuestra vida, y la de las personas con las que la compartimos y allí donde estemos.