Penedès Econòmic. Febrero de 2022. Página 10.
Cuando la trascendencia nos posee.
Dolors Marín Tuyà. Psicóloga y miembro del Grupo de Investigación Globàlium de la Fundación Randa - Lluís M. Xirinacs.
La Trascendencia nos posee, si queremos. Según el Globalium de Xirinacs lo hace por un gran camino abierto y formato por tres ramales laterales. El Noumen trascendente se convierte en Ecumene en nosotros, si nos avenimos y nos dejamos entrar.
La primera vía es la Metapsíquica o espíritu subjetivo. Si la materia es objetiva, el espíritu es subjetivo, vivencial, personalizado y por tanto soberano, responsable, libre, independiente, etc. Una Ecumene puede ser el alma de la nación catalana, viviente y encendida en el corazón de cada catalán, pero también puede ser mi alma, viviente y encendida en el coro de cada una de mis células. Cada Ecumene determinado personaliza la Trascendencia.
La segunda vía es la Comunión mundana. Una comunicación profunda e integral, pero subjetiva, regida por el principio de holicidad propio del espíritu, donde cada espíritu determinado no se puede considerar fuera de otro espíritu cualquiera o del espíritu universal. Todos están en todos, para bien o para mal, sin, aun así, confundirse los unos con los otros. La fusión total sería Noumen, pero no Ecumene, que es una pluralidad en Comunión personal. Permanecen los sujetos particulares y el sujeto colectivo. Explica la teología europea medieval que los ángeles se comunican entre ellos del todo en una sola ojeada. Han dado toda la información cuando todavía no han formulado ninguna palabra ni han abierto la boca. Los ángeles se adivinan. Entre los humanos la concordia es la Comunión ecuménica, las formulaciones como los cuatro puntos del consenso de la Asamblea de Cataluña, (1971-1977).
La tercera vía es la del Amor práctico. La más concreta y compacta, el matrimonio espiritual. El Amor es la pegatina universal, que si es auténtico es indisoluble. ¡La palabra adhesivo se queda tan corta! Cuando te amo, yo soy quien soy en ti. Si tú me amas, tú eres quien eres en mí. No se trata de una cuestión de comunicar. Se trata de una cuestión de ser. El Amor va transformando gradualmente el amante en el amado. El Amor, llegado a la trascendencia, disuelve el amante, lo traga.
En resumen, el Ecumene es territorio de nuestras vivencias trascendentes, místicas, que nos poseen y nos hacen fulgurar el genio creativo que actúa de acuerdo con un entorno armónico en la realidad práctica.
Dolors Marín Tuyà.
Psicóloga y miembro del Grupo de Investigación Globàlium de la Fundación Randa - Lluís M. Xirinacs.