La Vanguardia. Viernes, 23 de octubre del 2015. Página 80.
Dave Birch, ingeniero; asesora la reconversión bancaria digital en la City londinense.
Tengo 56 años: fui criptocomunicador de la OTAN y hoy, de la banca. Nací en Londres: su éxito financiero desequilibra la unidad británica. Los bancos deben repensarse o desaparecerán: no volverán a ser lo que eran y su gran función será acreditar nuestra identidad. Participo en NextBank Barcelona.
«Los billetes ya son innecesarios y sospechosos y serán ilegales».
Foto: César Rangel.
-¿Cuándo desaparecerá el dinero?-
-Antes, veamos hacia dónde vamos nosotros con él, y está claro que a todas partes, porque ya está en nuestro móvil y lo estará todavía más... ¿Ve este mensaje?-
-Un sablazo: le piden dinero. ¿Quién es?-
-Mi hijo, que ya está en la universidad. En el Reino Unido podemos enviar dinero de una cuenta a otra de diferentes bancos de forma instantánea. Y pronto lo podrán hacer aquí.-
-Si es para pagar comisiones... mejor no.-
-¡Cuanto va a tener que cambiar la banca! Los móviles ya son el modo preferido de gestionar el dinero en los países avanzados, y no sólo por los jóvenes. También los más mayores, en cuanto prueban a mover su dinero con el móvil, dejan de pisar las sucursales.-
-Aquí aún les da un poco de miedo.-
-A los bancos aún les gusta pensar eso... pero imagine que usted, a cualquier edad, pide dinero prestado desde una sencilla app en su móvil y lo obtiene a mejor interés que en su banco: ¿aún preferirá ir a la sucursal?-
-Supongo que no la echaría de menos.-
-Por eso, todo su dinero acabara moviéndose con su móvil sin llegar a convertirse en materia. Pagaremos con el móvil, pero eso no es noticia: en muchos mercados el pago con él ya es el habitual. Mire este joven camarero...-
-No se preocupe, que el café lo pago yo.-
-Gracias. Por su edad, puedo anticipar que sólo usa tarjeta de débito y casi todo lo paga con ella. Pagar todo con el móvil, ya sin tarjeta, no será para él un gran cambio.-
-¿Cual será el gran cambio?-
-Más que pagar con el móvil, todo lo compraremos en aplicaciones del móvil que ya estarán conectadas a su cuenta bancaria u otra. Entraremos en este restaurante y le saldrá el menú en el móvil: elegirá en él y le traerán -o irá a buscar- sus platos y los pagara en el propio móvil, que lo cargará en su cuenta.-
-¿Y lo mismo en otros establecimientos?-
-En todos: es una de las grandes tendencias.-
-Si desaparecen cajeros, visas, billetes... ¿que harán los bancos?-
-Entre otras, tendrán una nueva misión...-
-¿…?-
-Custodiar nuestras identidades. Todos esos negocios pedirán en sus apps confirmación de que usted es efectivamente quien dice ser y de que tiene dinero en la cuenta.-
-¿No nos robarán los hackers?-
-Para evitar-lo, asesoro a los bancos para tokenizar sus operaciones con tokens, un conjunto de datos que sustituye a su tarjeta y permiten operar con ella, pero evitando que alguien robe sus datos.-
-¿Una especie de fotocopia de la tarjeta?-
-Es más complejo, pero digamos que hace del móvil un modo de pago más seguro que cualquier tarjeta de crédito. Por eso, la biometría será clave para la banca.-
-¿Huella digital, iris, simetría facial?-
-...Y, además, nuestra conducta medida con algoritmos de grandes datos que también nos identifica y puede generar valor para los bancos. Piense que lo más importante que tiene usted es su identidad y su reputación. Sus bancos pueden custodiarla.-
-¿Pero así se acabara con el dinero?-
-¿Cuánto hace que no ve un billete de 500?-
-No sé si he visto alguno nunca.-
-Porque usted es un asalariado: ¿por qué entonces hay miles de millones de esos billetes en circulación? ¿Quien y para qué los usa?-
-La respuesta es obvia y triste.-
-Por eso, en los países más avanzados en ética y en fiscalidad, como Dinamarca y Suecia, se tiende a ir haciendo ilegales los billetes. En Suecia, de hecho, cada vez hay menos billetes y monedas circulando. Retenga el dato.-
-Sin cash, defraudar será menos fácil.-
-Ahora mismo los billetes ya son innecesarios. Tenemos tecnología para sustituir todo el dinero en circulación por su equivalente digital. Por eso, todo el dinero liquido es sospechoso y pronto será ilegal...-
-¿Cuando?-
-Es una pregunta que con mis conocimientos no puede responder: técnicamente podría ser ahora mismo, pero política y éticamente no sé si estamos preparados.-
-¿Habrá un Google Bank?-
-A Google no creo que le interese. La banca hoy no es ningún chollo para nadie: mucha regulación, supervisión, riesgo, morosidad...-
-¿Dónde ha ido a parar su negocio?-
El crédito irá a parar poco a poco a sistemas de financiación colectiva que las tecnologías de la información hacen posible. Yo tengo ahorillos invertidos en Zopa, una plataforma digital no bancaria de crédito, que me están dando un 5% de interés tras fragmentarlo en franjas de riesgo.-
-¿Se fía usted?-
-Tiene su riesgo, claro, pero está regulada por el Gobierno. Y ya supone el 2% del crédito total británico. Pounding Circle permite invertir en pequeños negocios. Todos esos P2P invaden las áreas de crédito de mayor riesgo donde antes se lucraban los bancos.-
-¿Y si los bancos se niegan a cooperar?-
-La Unión Europea -voy a alabarla a pesar de ser británico- les obliga a abrir sus plataformas a esos nuevos negocios y a los demás bancos. Eso puede ser una oportunidad, porque sólo les queda ser más eficientes y rentables o desaparecer.-
Lluís Amiguet.
El fin del dinero.
La primera ola digital nos conectó a todas las personas con todas; la segunda, a todas las cosas con todas; y la tercera está convirtiendo átomos –como los de los billetes- en bits: es el fin del dinero. Birch asesora a la banca en su transición a un mundo sin dinero. Técnicamente, asegura, que podríamos eliminarlo ya, pero, prudente, reconoce que el sistema aún no está preparado «ni ética ni políticamente» para liquidar también el dinero... negro. Y es que, cuando toda transacción quede registrada en la nube, quedará también fiscalizada. Por ahora, la mayoría de asalariados y jóvenes, que ya pagan todo con tarjeta de débito y no llevan dinero encima, estarán encantados de que se acabara también con el negro.