Apartado de Jorge Aniceto Molinari.
Tecnología.
(Abordando eso gris, que parece la teoría).
Esta nota del Dr. Jorge Bruni, que reproduzco, me da la oportunidad de un comentario:
La nota:
Diario Correo de Punta del Este. Lunes, 10 de julio del 2017.
Buen o mal uso de la tecnología.
Los notables avances en el mundo tecnológico han facilitado muchas cosas: las comunicaciones, la reducción de costos, riesgos para mantener puestos de trabajo1, el desarrollo de la cibernética, etc. Por otra parte está originando múltiples problemas en la actualidad, fundamentalmente por el uso más que cuestionable de dichos adelantos tecnológicos, devenidos muchas veces en armas ultrasofisticadas desencadenantes de incidentes que han llevado a que se maneje el concepto de desarrollo de una guerra cibernética. Recordemos los casos de Snowden y Assange vinculados a la revelación u ocultamiento de datos. O el escándalo con Rusia en las elecciones en las que resultó electo Donald Trump, lo sucedido el 27 de junio día en que existieron ataques cibernéticos provocando daños y perjuicios contra grandes empresas y servicios públicos en Rusia, Ucrania y multinacionales de otros países. El tema merece algunas reflexiones.
En primer lugar, es innegable que en el futuro tendrán que existir transformaciones significativas e inversiones, a efectos de manejar la enorme cantidad de datos y los grandes cambios sistémicos necesarios para poder lograrlo. Sin duda que quienes están más aptos para ello son las grandes trasnacionales. A la vez quienes pueden proporcionar mayor cantidad de software son China y EEUU.
En segundo término, cabe preguntarse cómo es posible que ante tantos progresos tecnológicos, contrariamente persistan enormes vulnerabilidades como violación de Derechos Humanos, filtraciones, hackeos, robo de datos; violación de la privacidad, etc. Desde el punto de vista social es indudable la persistencia y/o profundización de las desigualdades, injusticias y otros horrores sociales, que se arrastran de mucho tiempo atrás, causando perjuicios enormes para la mayoría y beneficios para pocos, estos últimos de enorme poder como las multinacionales.
En tercer lugar, las denominadas guerras cibernéticas, como en toda confrontación política ideológica, y vaya si éstas lo son, suceden estos lamentables hechos, consecuencia de la aplicación de la lógica capitalista financiera lucrativa sin escrúpulo alguno. Por algo se han desarrollado la Agencias de Seguridad Nacionales. Y la competencia es cada vez mayor entre las cadenas informativas en el mercado mundial. Las diferentes formas de encarar hechos políticos es una prueba.
En cuarto término, surge el insumo de datos que es lo principal de la nueva economía. E irrumpe la interrogante acerca del manejo de los mismos en el mundo cibernético. ¡Si habrá que ser cuidadosos en este aspecto! ¿Quiénes son los propietarios de los mismos, las personas o las grandes trasnacionales? Teóricamente la respuesta es obvia. Pero la realidad muchas veces demuestra otra cosa. No en vano existen muchos países que están reforzando las leyes para protegerse contra este mundo tan complejo, en general en manos de multinacionales poderosísimas, a veces más fuertes que los propios estados.
En quinto lugar, queremos considerar que existen concepciones seudo científicas que provienen claramente de ciertos intereses ideológico políticos, que nos dicen que se trata de procesos independientes de las coyunturas históricas concretas, con propiedades exclusivas que no son comprendidas en su totalidad por los seres humanos, por tanto lo mejor es no intervenir. Si así fuere, ¡pobre de nosotros! Afirmamos rotundamente que la tecnología no es un fin en sí mismo, sino una herramienta a utilizar, muy importante sin duda, si es correcta y éticamente usada. El genial Einstein decía «Temo el día que la tecnología sobrepase nuestra humanidad. Sólo tendrá una generación de idiotas», «La mente es un paracaídas. Sólo funciona si se abre». Son por demás elocuentes los pensamientos expuestos y si prosperaran predominaría la tecnología, habría ignorancia, debilitamiento o muerte de ideales, entre otras cosas. Nos atraparían las grandes empresas que manejan Internet... No podemos ignorar lo que significa la ideología y la política en lo social y en lo individual. Es el motor de los seres humanos. Quien diga lo contrario, es un ignorante o un cínico ilustrado.
Finalmente, pensando en un desarrollo integral, creemos que el tema debe encararse con miradas estratégicas interdisciplinarias, de derechos humanos en su más plena visión integral global, con importantes revisiones y análisis continuos de políticas, mecanismos y tecnologías a utilizar, a efectos de la protección de datos.
¿Estamos preparados para enfrentar tremendos desafíos? La ONU definió los principios rectores respecto de empresas y los Derechos Humanos, a efectos de orientar las actividades de multinacionales en este tema.
En definitiva, el buen uso de la tecnología nos deparará mayor y mejor calidad de trabajo y de vida. De no ser así, nos conducirá a mayores desigualdades y desastres de lo cual hemos expuestos apenas algunos ejemplos.
Dr. Jorge R. Bruni.
Enlace de la noticia original en castellano:
http://www.correopuntadeleste.com/?p=11804
Nota:
1La desaparición de KODAK en 1998 fue tremenda. Dejó a 170.000 trabajadores en la calle, consecuencia de que las fotos en papel fueron sustituidas por la masificación de cámaras digitales.
Mi comentario:
Excelente nota del tocayo.
Aspectos a tener en cuenta para desarrollar el tema.
Todas las inversiones y por supuesto incluidas las tecnológicas tienen como objetivo la rentabilidad y su rendimiento, ya sea empresarial o personal, ésta que muchas veces opera en forma oculta. Las que se hacen con un fin social por parte de las organizaciones estatales también lo tienen, fundamentalmente porque dependen de una asignación presupuestal que deben permanentemente justificar, aunque no su resultado inmediato, como por ejemplo el plan Ceibal, que combina las dos cosas.
Es notorio el aumento constante de los endeudamientos, de las emisiones monetarias y de los paraísos fiscales, resultado directo de lo que para el modo de producción capitalista predominante causa el agostamiento permanente de la tasa general de ganancia, eje de su funcionamiento y que en el marco del manejo de las coordenadas económicas es irreversible. A su vez esa predominancia en la sociedad es manejada, entre otros, a través de dos instrumentos estatales: la moneda y los impuestos, que los Estados toman obligatoriamente de las reglas actuales de la economía mundial.
¿Podría haber una forma de disponer de recursos por parte de la sociedad que no fuera ésta, pues ésta ya nos conduce a un callejón trágico de cada vez una más y peor guerra hasta que...?
¿A la vez esos recursos podrían ser utilizados en tareas que preparen y ocupen a la totalidad de los seres humanos y sean beneficiosas y rentables para el conjunto de la sociedad y que hoy ya no lo son para el capitalismo? No estamos hablando del fin del capitalismo sino del fin de su predominancia y el inicio de una transición como ha ocurrido en la historia con los modos de producción anteriores.
Hasta ahora los movimientos que tienen su apoyo en partidos, sindicatos, organizaciones sociales, religiosas, etc. etc. han cargado con una deformación producto de la derrota en la conducción de la revolución rusa, la cual era ya advertida por José Batlle y Ordóñez en el Uruguay en 19242; el convertir al Estado como el único instrumento empresarial de desarrollo en beneficio de la sociedad.
La enseñanza, la salud, la vivienda, el salario, la seguridad y la previsión social, son gastos que se cargan en la rentabilidad empresarial –estatal o privada–, para transformarlos en inversión, ya no es posible hacerlo a nivel nacional, pues las herramientas que deben utilizarse exigen ese marco. La humanidad cada vez más fracturada necesita que esta transformación se haga.
Esta nota del compañero nos pone de nuevo ante esa disyuntiva, que es común a todos los países del mundo y la ecuación para resolver este problema tiene un marco universal que es necesario encarar y a la vez dos herramientas que hasta ahora la «izquierda» ha ignorado: la moneda y los impuestos. Ignorancia que han venido aprovechando en su carrera armamentista las corrientes neoliberales predominantes, cada vez más ahogadas y peligrosas por el propio carácter de la crisis.
Lo bueno es que sabemos que construída la voluntad política que hoy falta, los avances tecnológicos pueden hacer maravillas en el futuro de la humanidad y bien que vale la pena abrir el debate para poder hacerlo.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 12 de julio de 2017.
Nota:
2Ver en Internet nota de José Batlle y Ordóñez a la muerte de Lenin.