Apartado de Jorge Aniceto Molinari.
Aprendiendo economía, política..., con Ecuador.
(Abordando eso gris, que parece la teoría).
Luego que la crisis irreversible que sufre la predominancia del modo de producción capitalista abriera una etapa en que los grandes centros de la economía mundial promovieran el desarrollo de países en que ejercían o ejercen gobiernos de izquierda, auto denominados progresistas, lo procesos políticos para la izquierda se han visto visiblemente muy difíciles.
Lo que antes la derecha prácticamente solo podía imponer con el sostén militar para el que se habían preparado sectores de elite de estas fuerzas, en la Escuelas de la Américas del otrora imperialismo norteamericano, –hoy sin soberanía y convertido en Estado gendarme–, llegaron a poder hacerlo electoralmente, ahora el después es otra historia.
Un lugar muy particular ha sido Ecuador, donde la derecha en un momento de ahogo y en el gobierno, eliminó la moneda propia. Recordemos que en la Argentina en el desarrollo de la crisis del 2002, llegaron a coexistir 30 monedas diferentes.
Esta situación, la falta de una moneda propia, impidió a los traficantes financieros operar con el desabastecimiento como si lo hicieron en Argentina y lo hacen en Venezuela.
Entonces una baja del precio mundial del petróleo, sin tener la derecha el manejo monetario hace que una elección complicada como la de Ecuador pueda resolverse favorable a la izquierda, aún cuando el tema sigue siendo el después de la economía mundial.
La derecha no se puede mantener hoy electoralmente sin los errores y horrores que los gobiernos progresistas han venido cometiendo particularmente en el manejo de la moneda, pero también en la gestión pública. Ahora, los tiempos se acortan para todos, la crisis en el mundo enciende todas las alertas y el programa que una a lo mejor de la humanidad –que apenas insinuó Mujica en la ONU, setiembre del 2013– sigue siendo una falta crucial para resolverla.
En este proceso los intercambios con los compañeros venezolanos han comenzado a enriquecerse con sus propios aportes.
Un ejemplo de ello es esto que sigue:
Lo que plantea la periodista venezolana Mary Pili Hernández (eliminación del control de cambios) sería un avance muy importante, porque en primer lugar sinceraría buena parte de las relaciones económicas, totalmente distorsionadas por los agentes económicos empeñados en el derrocamiento de Maduro, en primer lugar, y luego en derogar todos los avances sociales bolivarianos.
Ahora hay que entender que aún esto es insuficiente, pues la moneda venezolana no podría competir con el dólar en el mercado real de valores. La derecha es financiada en dólares, el petróleo se vende en dólares, y la gente del pueblo se mueve con bolívares cuya cotización está en manos de la especulación. Un círculo perfecto para beneficio de la oligarquía.
En una época ya superada, las naciones podían disponer de la fuerza de su moneda para planificar el desarrollo económico, eso hoy no es posible ni siquiera en EE.UU., pero este país por las circunstancias del mercado mundial ha logrado una imposición política de su signo monetario con el agravante de que ello hoy no significa ninguna ventaja para su pueblo y si para un pequeño sector el mismo que se quiere rodear de muros.
Ahora ¿como hacer lo que hizo Ecuador? y que además lo hizo la derecha política en su momento de mayor ahogo. Creo que debe ser obra de economistas avezados y con un gran sentimiento de adhesión al pueblo de Venezuela. Desde el punto de vista político no estaría mal que fuera una propuesta bien trabajada y presentada para ser resuelta por la Asamblea Nacional teniendo en cuenta que allí se encuentran los representantes de sectores que han financiado su campañas con la especulación monetaria y además se han enriquecido con el sufrimiento popular. Pasaría de ser enjuiciadores del gobierno a ser enjuiciados por la necesidad de una decisión política trascendental para Venezuela.
Obligaría además a la Asamblea Nacional a cumplir con su papel constitucional, ahora subvertido al convertirse por la crisis –particularmente de abastecimiento– en un agente de doble poder enfrentada al gobierno constitucional, y buscando un apoyo militar que los mas granados de sus miembros solo pudieron contar por horas cuando el golpe del 2002.
El desabastecimiento que sufre Venezuela ya no tendría el sostén de la especulación monetaria, y el libre comercio impondría condicionantes que ninguno podría manejar en su provecho.
No me extiendo más sobre cómo debería hacerse esta transición pues mis conocimientos técnicos son insuficientes. Pero sería una buena consulta a hacer al Presidente Correa, independientemente de que él muchas veces se ha manifestado en contra de lo que llama «dolarización», pero que sin embargo ha dejado a Ecuador fuera de la táctica de desabastecimiento a la que han sido sometidos los gobiernos progresistas, y que se van a repetir en cada país donde puedan manejar la moneda contra la gente.
Claro está que el tema del libre comercio es necesario analizarlo y regularlo, pues como tal no existe en ninguna parte del mundo. Pero así como no pudieron evitar el comercio de Cuba en pleno bloqueo por intereses contrapuestos de los empresarios capitalistas, tampoco tendrán la alternativa de un bloqueo frente a un gobierno que asumiendo este desafío trata de responder a una de las necesidades populares más sentidas.
O el fragmento de otro intercambio:
Transcribo una respuesta que di a un amigo a propósito de este tema (las resoluciones del Tribunal Supremo de Justicia). Para hacer una nota necesito más elementos pues es importante saber si esta es una ofensiva del equipo de gobierno o es una respuesta a la defensiva ante una presión cada vez mayor de los agentes económicos internacionales.
En ambos casos es notorio que el gobierno de Venezuela no dispone de los comandos de su propia economía y eso a la larga se paga. El problema es que en la realidad actual del mundo ningún gobierno dispone de esos comandos, cosa que hemos tratado de explicar tal vez sin ser comprendidos.
En respuesta a un amigo que me trasladó una declaración sobre Venezuela le respondí con el siguiente comentario:
¿Cual es el problema de Venezuela? ¿La democracia? Ningún país de América tiene el nivel de limpieza electoral de Venezuela, y ninguno ha hecho más elecciones.
Luego de la última elección la mayoría de la Asamblea Nacional declara que su objetivo es derrocar a Maduro, e inician un proceso de recolección de firmas para el plebiscito revocatorio. Fracasan. No llegan a las firmas. Es más, en canal 4 (Montecarlo Uruguay) el martes, en el programa que conduce Daniel Castro, el diputado de la oposición reconoce públicamente esto, el que no llegaron a las firmas.
¿Ahora como gana la derecha el parlamento?, ¿es solo un problema de corrupción?, o es como ocurrió con Macri, que el manejo de la moneda y el abastecimiento de los productos de primera necesidad, provocan en la gente un estado de molestia que ni Argentina ni Venezuela supieron encarar, pero que no se dan por ejemplo, a pesar de la fuerza de la derecha en Ecuador.
Ahora resulta que el principal operador de Cristina, Lázaro Báez, la llamada ruta del dinero K, es también socio de Macri y hay un ruta del dinero M, en que las dos rutas se juntan.
Ahora, pensar que el problema de Venezuela se corrige si se corta el problema de la corrupción y se entrega democráticamente el gobierno a la derecha, es de una enorme falsedad.
Y aquí el que esté libre de pecados que arroje la primera piedra, y en nuestro caso –Uruguay– la piedra más chica...
Y si bien Astori (Ministro de Economía), dice que tiene la inflación controlada, y la moneda, en lo inmediato no tiene problemas. Todos sabemos que eso se cambia en horas ante el poder económico si éste apunta sobre el gobierno. Ahora y por ahora el poder económico confía más en el gobierno que en los «lideres» de la derecha, lo cual tiene cierta lógica.
Ahora, la derecha económica siempre toma sus recaudos, basta ver su apoyo a Lula y ahora su desesperación porque no logran el equilibrio.
Compañeros. ¿No les llama la atención que sobre las principales figuras del chavismo, la prensa mundial no ha podido manejar denuncias como antes no lo pudieron hacer contra los líderes de la revolución cubana?
En el caso de Argentina esas figuras denunciadas, existían y resulta que ahora esos mismos son agentes económicos de Macri.
Con respecto a los «intelectuales de izquierda» siento una profunda lástima, y me recuerda el rol cumplido por la izquierda europea que apoyó la primavera árabe, y como en ese caso no están apoyando al pueblo de Venezuela sino a quienes siempre han vivido de su explotación y tratan de no perder ninguno de sus privilegios.
El Presidente Vázquez en este asunto ha mostrado equilibrio y ser conocedor de lo que está pasando, y aunque muchas veces hemos discrepado con su proceder, sabe que su gobierno en el Uruguay está basado en las organizaciones sociales.
Otro aspecto sobre el que convendría estar atento es sobre el rol de las fuerzas armadas. El otrora Imperialismo Yanqui, hoy ni siquiera es un Estado soberano –su endeudamiento es demencial– ahora convertido en Estado gendarme, en toda una etapa de historia de nuestra América tenía una injerencia directa sobre los ejércitos. El rol de Chávez que además no se lo perdonan, es haber convertido a ese ejército en un ejército bolivariano. Que siempre van a existir problemas es indiscutible pero hoy solo en lugares muy puntuales aquello que fue el sostén de la derecha está en retroceso.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 3 de abril de 2017.